LA TELARAÑA: profetas

sábado, abril 16

profetas

Las profecías son siempre falsas pero podemos, desgraciadamente, empeñarnos en que se cumplan. Hay mucho mitómano suelto. Y mucho incendiario. Las ideas suelen ser, de por sí, asépticas, neutras, pero el fanatismo las convierte en arrogantes y las envilece. No sabemos, pues, si el próximo Papa será o no, como interpretan algunos citando a Malaquías, el último de la Historia, pero es factible, dada la avanzada e ilógica edad de los papables, que nos sea dado asistir en vivo y en directo al desenlace de tanta oscura premonición.

El mundo es un lugar difícil, pero siempre hay soluciones si se sabe interpretarlo a favor de corriente. Eso hace la ministra Trujillo ofreciéndonos viviendas de treinta metros como si fueran palacetes. Ya puede ir reservándose una porque treinta metros dan para mucho. Para sepultar todas las esperanzas en las promesas -¿o también eran profecías?- de Zapatero respecto a Internet, por ejemplo. La errática gestión del Gobierno -y sus artistas favoritos- ha conseguido descontentar a todos, ciudadanos, profesionales, empresarios y sindicatos, con la absurda Ley del Canon y sus irreales e ingrávidos Planes Antipiratería. Han acertado, sin embargo, con su voto negativo a la Ley de Patentes de Software que anda discutiéndose en el Parlamento Europeo. Tanto monopolio acaba asqueando y es un buen síntoma la movilización de todas las universidades españolas contra la arbitrariedad. Espero que la UIB sepa ubicarse donde debe en un tema en el que es pionera. Mientras tanto, duele, y seguirá doliendo, que nos traten casi como a criminales y nos aburran con uno de los servicios más lentos, caros y poco fiables de Europa.

Otros lo tienen mejor. Saben que la filosofía modifica la realidad.. Me refiero a nuestro comité de sabios. Sólo les ha hecho falta el sentido común para recomendar al Govern que en el Estatut se incluya el nombre de las modalidades lingüísticas propias del archipiélago: mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés. Nada como llamar a las cosas por su nombre para cumplir con la función del lenguaje: entendernos. Lástima que algunos no se quieran enterar.

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2 Comments:

Blogger Luis Amézaga said...

Por qué las profecías siempre anuncian desastres.

17 de abril de 2005, 10:20  
Anonymous Anónimo said...

Porque si anunciasen maravillas tendrían el fracaso asegurado, me temo:-)

Saludos!

Fx

17 de abril de 2005, 20:52  

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