LA TELARAÑA: «Hoygan, i aora ke feim?»

sábado, julio 18

«Hoygan, i aora ke feim?»

La respuesta al debate del sábado en El Mundo: ¿La inmersión lingüística motiva malas notas en la asignatura de español?



Sí. Vivir únicamente en catalán –como en albanés, alsaciano, bretón, córnico, ladino, romaní o sardo- puede tener toda la grandeza étnica que se quiera, pero también garantiza –sobre todo en territorio bilingüe y, al margen, de la asfixia propia de toda inmersión obcecada, vana y sumarial- algunos problemas serios y flagrantes de convivencia, comunicación, cultura y hasta de sintonía global y, acaso, cosmológica. Planetaria. Pero para desvariar siempre se está a tiempo. Conviene, pues, hacerlo con juicio y tacto, con el aspecto inocente del que tan sólo se deja mecer entre los flujos y reflujos del pensamiento, como si su voluble marea fuera la cosa más natural de este mundo. Lo es. O, al menos, debiera de serlo.

Por eso hay que introducirse con sumo cuidado en el frágil armazón de la lógica común y construir el artificio del discurso sin que el edificio ajeno -ni el propio- se vengan estrepitosamente abajo. Hay que apurar las inapelables correspondencias, analizar los efectos causales y medir, también, cómo no, los daños colaterales, ese eufemismo tan sutil con que nos suelen regalar, de vez en cuando, los oídos. En definitiva, si hay que ser transversal –aunque no sepamos qué carajo significa eso- hay que serlo a fondo, sin fisuras ni desmayos, y si hay que ser elíptico, simbólico o paranormal, pues lo mismo. Todo debe parecer en orden. Perfecto en su silencioso y gramatical engranaje.

Llegamos al meollo del asunto. La frase –espero que bien entrecomillada- que da título a estas líneas no es un capricho mío, ni una invención. Tampoco es una parodia. Es una frase estándar, escrita por algún anónimo adolescente en cualquier foro de internet. No importa en cuál, porque se repite, con sonoras variantes, una y mil, varios millones de veces. Se repite constantemente.

No extraña, pues, que el alumnado balear de Primaria y ESO sufra la rotunda esquizofrenia de un lenguaje atormentado y estéril. En realidad, sólo recogen la herencia de una política que tiende al analfabetismo ortográfico y gramatical en español, a la mezcla borrosa de modismos, a un spanglish con orlas cuatribarradas ante el que no cabe ni asombrarse. La culpa no es suya. No toda, al menos. Los culpables hay que buscarlos más arriba, en los ministerios nacionalistas, en las sectas paralingüísticas, en los burós ilustrados de la cultura subvencionada, de la megalomanía y la estulticia.

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2 Comments:

Blogger Unknown said...

Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.

1 Corintios 14. 27

Estaba anunciado. Amén.

:-)))))

18 de julio de 2009, 11:40  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

Ah, la sabiduría eterna... XDD

18 de julio de 2009, 12:03  

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