LA TELARAÑA: Las columnas del humo

viernes, junio 1

Las columnas del humo


La Telaraña en El Mundo.

Escribir con un trancazo de mil demonios encima es como hacerlo en mitad de una tormenta. Así, entre rayos y truenos, siempre queda el consuelo de enviar al paredón a todos los fabricantes de aire acondicionado que se me ocurren, que no son pocos. Esa brisa artificial es tan de mentiras -y nociva para la salud- como las recetas de algunos políticos metidos, ay, a malabaristas financieros de una economía que no parece atender a las previsiones de nadie. Será que hay alguna turbulencia que se nos escapa.
Pero, mientras tanto, toso compulsivamente y sé, o presumo, que la infección se expande igual que el universo. Crecerá hasta cierto punto y luego se contraerá para convertirse, lentamente, en un simple mal recuerdo. O en un aviso, a escala humana, de lo que bulle, quizá, en todo el espectro de la vida. O de lo que llamamos vida, sin saber si lo es. Debe serlo. ¿Qué otra cosa podría ser?
Con todo, estoy barajando otras mil soluciones. No sé si expropiarme las narices o nacionalizar mis excrecencias. No sé si someterme a la lujuria de los eurobonos de la multinacional farmacéutica de turno o si ceder a un pacto homeopático de solidaridad, civismo y ética. Me pasa con ciertas palabras que no sé si dicen o si quieren decir. Es entonces, ahora, cuando enciendo el cigarrillo y me digo que si la columna ya está hecha, bien me merezco un descanso en su bruma. En su humo.



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2 Comments:

Blogger Lectora said...

Te desearía mejoría pero viéndote tan inspirado casi que deberían esconderte los gelocatiles ;-)

1 de junio de 2012, 15:38  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

jejejeje Gracias, Marian!

1 de junio de 2012, 16:57  

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