Entrevista en Okdiario / Baleares.
Sobre Muerte por agua y otros poemas (Colección
Plaquettes 2 – Biografía del deseo)
y Oficio de escritor (Ediciones La Lucerna, Palma, 2025) de Juan Planas Bennásar
No soy muy consciente de ello, pero así parece. Me ha
sucedido ya unas cuantas veces. Supongo que tendrá que ver con mi manera de escribir,
pero no es algo premeditado. Simplemente sucede…
* ¿Es Oficio de escritor el primer ensayo que publicas?
Quizá formalmente,
sí, pero mi literatura tiende a no ceñirse a los géneros literarios sino a
atender, casi de forma exclusiva, a mis propios límites y posibilidades. Y
Oficio de escritor (el título podría ser la sexta variante de Oficio de
Tinieblas, después de que C. J. Cela escribiera la quinta) es un ensayo, pero,
sin dejar de serlo, también es crítica social, con especial hincapié en la
modernidad asolada por las redes sociales, es dietario memorístico, es historia
literaria y también anecdotario personal, es poesía en prosa e introspección
filosófica, es psicología, lingüística, economía y hasta costumbrismo más o
menos sexual, es un repaso atento a la vida de un escritor: un libro en el que
lo esencial es cómo las diversas líneas de pensamiento y consciencia que he
seguido en la vida han acabado confluyendo en la hoja impresa. Vivir
escribiendo. O escribir viviendo. Al final es lo mismo.
* ¿Qué has querido expresar en estos libros?
Oficio de
escritor (Ediciones La Lucerna) en un viaje en el tiempo. un ensayo sobre todo
aquello, las bases filosóficas y sicológicas, que han sostenido y sostienen mi
vida de escritor. No sé si servirá a nadie de manual (la vida no tiene las
mismas instrucciones para todos) pero sí que aproximará a los lectores a un
paisaje personal y privado. He escrito, a ratos, desde el disimulo y la paz doméstica
del jardín de Epicuro, igual que intento alborotar mis propias ideas hasta
conseguir abandonarlas y cambiarlas por otras. Transformarlas, transformándome.
La vida da para cambiar de ideas muy a menudo. Es apasionante este caótico viaje,
que incluye, por supuesto, algún que otro ajuste de cuentas.
Muerte por agua y otros poemas se dedica a rebuscar en
las múltiples sensaciones que se obtienen al observar el mundo, es decir, al
convertirlo en objeto poético; es, desde luego, una mezcla de muchas
sensaciones a caballo entre el éxito y el fracaso, el olvido y la memoria, el
deseo y la necesidad o el placer y el dolor. Los temas habituales de la poesía.
* ¿Desde dónde se han escrito estos libros: experiencia o
imaginación?
Desde la realidad
pura y dura, como siempre. No soy un autor de ficción, aunque haya gente que lo
piense. En ambos libros está muy presente la fábula bíblica del diluvio universal
(mito presente en todas las culturas, no sólo en la nuestra) para ilustrar el
fin de una civilización que, por desgracia, está más predispuesta a repetir sus
errores, eterna y cíclicamente, que a otra cosa. Es cierto que intentamos
superarnos día a día y que dedicamos a ello muchas de nuestras fuerzas; esto añade
un sesgo optimista a nuestra existencia. No obstante, no estoy muy seguro de
que las mejoras que logramos vayan más allá del campo de lo personal y dudo que
alcancen, de forma significativa, el universo de lo colectivo.
Sucede sin embargo que en Muerte por agua la víctima del
diluvio es la humanidad y en Oficio de escritor, soy yo mismo, con todos mis
cambios a cuestas.
Para crear hay que destruir, pero sólo destruyendo no se
crea nada. El Padre (y los creadores a su imagen y semejanza que creemos ser y
no sé si somos) es destructor, como bien nos ilustra el viejo testamento, y esa
misma destrucción acontece en nuestra propia historia. Sumamos guerras
mundiales y locales, cruzadas sangrientas, muertes inocentes, injusticias
atroces y todo ello de un modo aparentemente natural, sin apenas razones de
peso ni motivos, sin explicaciones ni justificaciones morales. Está claro que
un buen diluvio nos vendría la mar de bien; lo necesitamos.
* Se trata de dos libros muy distintos, pero en ambos creo
que hay algunas dosis de violencia habida y por haber. ¿A qué se debe esta
virulencia?
Es cierto, somos
seres violentos. ¿Quién no rompería, de vez en cuando, el espejo del mundo o se
ahogaría en él como el buen Narciso, un prototipo de persona y personaje muy
común, por desgracia, en los tiempos actuales? No obstante, cuando se ponga a
llover de veras lo mejor es que, la lluvia, en vez de arrasar vidas humanas, viviendas
y campos de cultivo, arrase con la mentira, la vulgaridad y el ruido de las
redes sociales y con las demás perversiones derivadas de considerar la
información como equivalente del conocimiento. No son lo mismo, en absoluto… La
información se puede comprar, el conocimiento, no.
* Hablando de Oficio de escritor. ¿Se deja en algún momento
de escribir aun cuando no se escribe?
No, nunca. Estoy atrapado en ese silogismo.
* Desde Tales de Mileto hasta Heráclito. ¿Qué significa el
agua para ti en este poemario?
Higiene
necesaria. Vida, muerte y resurrección. Creación, destrucción, purificación, adaptabilidad.
Somos tanta cantidad de agua que lo que debiera preocuparnos, lo que debiéramos
vigilar es lo que no es agua en nosotros.
* ¿Cómo encaja este libro en tu obra completa, es decir, en Biografía
del deseo?
Hace un año empecé
una colección de plaquettes, diseñadas artesanalmente, por mí mismo, con la
intención de que mis poemas vayan viendo la luz al mismo ritmo con que los voy
creando sin tener que atender a las insalvables demoras del sistema editorial o
las necesidades del mercado. Obviamente estas plaquettes carecerán del apoyo de
las instituciones, de la atención de los críticos literarios y de las librerías
y ocuparán en el imaginario de mi biblioteca un último estante iniciático,
íntimo, personal. A su lado, mis otros libros y, muy en especial, Oficio de
escritor vienen a revestir lo que soy con lo que me gustaría ser. O viceversa.
No están tan claras las divergencias.
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