LA TELARAÑA: La madurez lingüística

viernes, octubre 7

La madurez lingüística

La Telaraña en El Mundo.

Si aquí, en el esplendor fugaz de las calles isleñas, hablamos castellano (o español, que tanto me da) y mallorquín (o catalán, que tanto me sigue dando), ya tocaba que a alguien se le iluminara la mollera y decidiese que en la televisión local, ese ente deficitario y aburrido, pero nuestro, llamado IB3, se hablara como en la calle y no como en un mundo aparte y apartado, un Guantánamo del Penedés infestado de libros de estilo y normas lingüísticas dictadas, sin remisión, desde las aulas más oscuras, si no fúnebres, de la UIB, bajo el agüero cantor de la OCB y demás sectas de clausura. Una nueva IB3 podría florecer en breve.
O eso parece, al menos, tras las afirmaciones del conseller de Presidencia, Antonio Gómez, en clara armonía con las promesas electorales de Bauzá. No es de recibo seguir confundiendo la razón de ser de una televisión -que sirve para pocas cosas, pero que, y ya que está ahí, sí debiera valer para entretenernos en esos instantes en que sólo se desea un algo de ficción o de ensueño- con un artefacto forjado, adrede, como un mero difusor publicitario de una lengua cualquiera, la que sea.
No soy, con todo, muy optimista. Si algo tan obvio, simple y elemental levanta tantas ampollas en muchos sectores sociales -PSIB, incluido- habrá que convenir que a esta sociedad le falta algo más que un hervor para alcanzar una madurez que, de seguro, nos vendría muy bien a todos.

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