párrafos perdidos

«Dibujen una efímera sonrisa en las banderas que tanto dicen amar, sólo un instante antes de arrojarlas con firmeza al fuego y permitir que las pavesas escriban nuestro destino de ceniza en el aire. Alguien, desde la lejanía, será capaz de interpretar los mensajes escondidos en el humo y una lanza atravesará nuestro costado».

«Piensen en el lugar donde los tigres se confunden con las flores. En los collares de esmeraldas que lleva el guerrero en sus tobillos. En el sudor que impregna las trampas de la supervivencia. En el héroe solitario, cargado de años y tristezas, que cumple con su destino adentrándose para siempre en las remotas entrañas del bosque».


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Y el último relato ya tiene título: El duende.