en el laboratorio entre alambiques
Es la hora de repetir los procesos y verificar los errores. Sólo para intentarlo y fracasar, como tantos otros ya lo hicieron. Sólo para deshacer la absurda geometría de los laberintos con nuestra secreta determinación de avanzar descalzos, como una tribu nómada y escogida, entre la voracidad de las aves y las bestias rapaces, sobre la húmeda hierba que crece bajo las ramas y linajes del viejo árbol. En honor a su inocencia.
— Me recluyo en el único lugar donde el padre no podrá vernos.
En la sombra del ojo, contigo
Etiquetas: Literatura
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