8112
[ No habría poema en ese infierno tibio, sin los cuerpos astillados de los agonizantes intentando recomponer la belleza en sus figuras. No habría tensión ni esperanza sin un resquicio para el delirio, la rebelión o la fuga. No habría discurso ni viaje sin la locura suicida de sentir el hierro candente en el pecho y el frío lógico en las palmas de las manos, abiertas como labios entregados a la lujuria del sudor, la saliva y la voz ]
Etiquetas: Literatura
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home