la bolsa de pipas nº 62
Anticipo de Duellum -que saldrá en septiembre en la Editorial La Lucerna- en el reciente nuevo ejemplar de La Bolsa de Pipas.
Hay una mansión rodeada de luciérnagas
donde el tiempo transcurre con pereza
y el aire denso enmohece
como si padeciera perlesía.
Hay una mujer muy pálida
con rostro noble y pelo ensortijado,
traje de vísperas y mirada somnolienta.
Hay una taza de té con hebras encrespadas
y un poso de serpientes con la lengua de arena.
Hay un teléfono descolgado.
— No. El señor no está en casa.
Parece que se encontró con la muerte
de manera temprana, y juntos huyeron.
Quizá demoren hasta que les alcance la hora.
[ La imagen la devuelve a las ensoñaciones
de los paisajes circulares del infierno,
los círculos concéntricos,
el áspero rumor de los grilletes
y las cadenas; a la inercia de la tribu
recorriendo los gélidos bancales
de la niebla, las confusas jornadas
del éxodo
bajo la geometría luminosa,
la edad intermitente de los astros,
hasta el final absurdo pero inevitable:
el solitario derrumbe,
el vagido de la desolación,
la tristeza detenida en los últimos
peldaños del destierro ]
También están las sombras y el orzuelo
de sus nombres [ Edith, Elizabeth, Nicolás
y desde luego Emir] menguando,
igual que se diluyen el veneno y el éter
o tiembla un aguijón frente a sí mismo.
Puro deleite del instante
que se aniquila,
desaparece
y después nada.
[ Así es la muerte de dios y la vida del hombre ]
Hay una mansión rodeada de luciérnagas
donde el tiempo transcurre con pereza
y el aire denso enmohece
como si padeciera perlesía.
Hay una mujer muy pálida
con rostro noble y pelo ensortijado,
traje de vísperas y mirada somnolienta.
Hay una taza de té con hebras encrespadas
y un poso de serpientes con la lengua de arena.
Hay un teléfono descolgado.
— No. El señor no está en casa.
Parece que se encontró con la muerte
de manera temprana, y juntos huyeron.
Quizá demoren hasta que les alcance la hora.
[ La imagen la devuelve a las ensoñaciones
de los paisajes circulares del infierno,
los círculos concéntricos,
el áspero rumor de los grilletes
y las cadenas; a la inercia de la tribu
recorriendo los gélidos bancales
de la niebla, las confusas jornadas
del éxodo
bajo la geometría luminosa,
la edad intermitente de los astros,
hasta el final absurdo pero inevitable:
el solitario derrumbe,
el vagido de la desolación,
la tristeza detenida en los últimos
peldaños del destierro ]
También están las sombras y el orzuelo
de sus nombres [ Edith, Elizabeth, Nicolás
y desde luego Emir] menguando,
igual que se diluyen el veneno y el éter
o tiembla un aguijón frente a sí mismo.
Puro deleite del instante
que se aniquila,
desaparece
y después nada.
[ Así es la muerte de dios y la vida del hombre ]
Etiquetas: Literatura
3 Comments:
Leerte es como estar un poco más acompañada. Belleza y verdad.
Me alegra que opines así:-)
Saludos
Fx
Tristair sale de:
http://www.unamujertristairada.blogspot.com,
que antes hizo "Macassar".
Un saludo.
Publicar un comentario
<< Home