El Amor
Quizá el amor exista en las palabras
como el eco de un tránsito
fundacional y ambiguo
que nos retiene un solo instante
de duración indefinida
en la deshabitada oquedad, frágil,
de la memoria anclada entre las algas,
las zapatillas rosas y el cepillo de dientes;
ese breve bagaje recubierto
de polvo delator y hebras de ausencia,
que siempre sobrevive al naufragio.
Quizá exista como un lenguaje
vitalicio y armónico,
metáfora que escribe entre las olas
la vida, con puntual incertidumbre
e inmediato revuelo entre las sábanas,
intentando ajustar el nuevo ritmo
de los cuerpos, las voces, los alientos,
nuestras rancias sonrisas recreadas.
Quizá el amor decaiga, envejezca,
y se escriba en los huecos que dejamos,
o nazca en otro abrazo,
en otra sangre, en otra piedra.
Quizá el amor exista en las palabras
como el eco de un tránsito
fundacional y ambiguo
que nos retiene un solo instante
de duración indefinida
en la deshabitada oquedad, frágil,
de la memoria anclada entre las algas,
las zapatillas rosas y el cepillo de dientes;
ese breve bagaje recubierto
de polvo delator y hebras de ausencia,
que siempre sobrevive al naufragio.
Quizá exista como un lenguaje
vitalicio y armónico,
metáfora que escribe entre las olas
la vida, con puntual incertidumbre
e inmediato revuelo entre las sábanas,
intentando ajustar el nuevo ritmo
de los cuerpos, las voces, los alientos,
nuestras rancias sonrisas recreadas.
Quizá el amor decaiga, envejezca,
y se escriba en los huecos que dejamos,
o nazca en otro abrazo,
en otra sangre, en otra piedra.
Etiquetas: Creación, Literatura
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home