LA TELARAÑA

jueves, noviembre 20

Interesante hilo en es.humanidades.literatura...


"Planteemos de entrada la cuestión: ¿puede existir para el hombre un conocimiento que no sea metafórico? ¿hay que darle la razón a Nietzsche cuando preguntaba si cualquier objeto de pensamiento, por el hecho de serlo, no era una ficción?"

(...)

La extraordinaria eficacia del lenguaje natural para describir el mundo nos obliga a pensar que esos mecanismos causativos elemenales que rigen la organización sintáctica de nuestras frases no puedan carecer de referente en el mundo exterior. El pensador gruigo del siglo III a. C., imbuido de la física de Aristóteles vivía en un mundo para él inteligible, casi transparente. La ciencia moderna explorando universos mucho más allá de nuestras capacidades biológicas, usuales, ha aumentado considerablemente nuestras posibilidades de acción. Pero la inteligibilidad no ha tenido continuación, y nuestra ciencia nos entrega un mundo opaco, en el que nuestros esquemas de comprensión de origen verbal libran un combate desesperado para seguir las posibilidades de descripción fenoménica. ¿Podremos algún día sutilizar tanto nuestros medios de inteligibilidad que lleguemos a "comprender" esos mundos que la ciencia nos desvela? Si la humanidad se contenta con conquistar un poder sobre las cosas, sin duda podrá resignarse a la incomprensión, porque es posible actuar sin comprender las razones de la eficacia de nuestra acción; pero si aspira a la felicidad, entonces habrá de responder a esa necesidad de comprender, esa necesidad de ver que será la única que clarifique el universo"

René Thom. Conocimiento y metáfora.



coppelius wrote...

Realmente, no creo que Thom aporte muchas novedades sobre el tema. Entre Aristóteles y los textos sagrados judíos... La imposibilidad de aplicar sus teorías en el campo científico, lo inevitable de su (relativo) fracaso, el que bordee la más sublime charlatanería no obstante lo coloca en primera línea de frente. La clarividente ciencia también necesita ser, si no destruida, sí permanentemente bombardeada con los obuses de la confusión.


feliz wrote...

Estoy de acuerdo contigo de que todo es pura palabrería, coppelius. Rene Thom (también Benoit Mandelbrot, ambos deterministas) enunció esta teoría en su busquedad de la morfología del caos. Algo que en mi modesta opinión se contradice, ya que el caos, por definición, es amorfo.


Félix wrote...

No, y sí... a ver, de alguna manera todo es (o puede ser considerado) pura palabrería en cuanto que es (y forma parte del) lenguaje pero ni el mismísimo caos escapa al lenguaje (es decir, a su orden, a su método, a sus sistemas de representación de la realidad, sea esta lo que sea: hay un orden en el caos y Thom anduvo por ahí buscándole el entramado y la sustancia, como cualquier otro filósofo, por otra parte) y, por lo mismo, nada es totalmente palabrería (en su acepción peyorativa) por cuanto es (sí, otra vez) lenguaje... La paradoja es evidente. Sin lenguaje no hay conocimiento (pero cuando lo hay - conocimiento - no puede ser transmitido al menos en su totalidad - de ahí a empezar un sesudo ensayo sobre la existencia necesaria de la poesía sólo va un paso:-)


Raul Xim wrote...

Exacto, Félix, esa es la cuestión, y la teoría de las catástrofes aplicada a la poesía... sólo supone un desplazamiento de la función poética a la función fáctica;-))) No busques satisfacerte en lo que entendieres sino en lo que no entendieres (San Juan de la Cruz)




(Continuará o no, eso nunca se sabe...)

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