Invitación a la lujuria
Si entre páramos, íntima galerna
ha de quebrar los acertijos de la tribu,
no el sentimiento, la experiencia
o tal vez la palabra, su eclosión
violenta y su captura, pondrán cerco
a las razones del destino;
y en el aire,
eliminada la postrer tentativa
de hurtarle al miembro sus querencias,
nadie lamentará los rituales del duelo.
No lo ignora el ser: nada o nadie
más respetuoso que un cierto silencio
de lasciva quietud.
Sólo nos une,
cópula memorable, la lujuria. No importa
aquí la inteligencia, litoral de ruinas
entre los pechos rubios
del agua,
rosa negra cercada por las sombras
y a merced del hastío,
hacinamiento cruel del claustro, cóncava
roca, que los amores imposibles
con sospechosa indiferencia, arroja
al mutilado reino del olvido.
***
La telaraña en El Mundo.
Si entre páramos, íntima galerna
ha de quebrar los acertijos de la tribu,
no el sentimiento, la experiencia
o tal vez la palabra, su eclosión
violenta y su captura, pondrán cerco
a las razones del destino;
y en el aire,
eliminada la postrer tentativa
de hurtarle al miembro sus querencias,
nadie lamentará los rituales del duelo.
No lo ignora el ser: nada o nadie
más respetuoso que un cierto silencio
de lasciva quietud.
Sólo nos une,
cópula memorable, la lujuria. No importa
aquí la inteligencia, litoral de ruinas
entre los pechos rubios
del agua,
rosa negra cercada por las sombras
y a merced del hastío,
hacinamiento cruel del claustro, cóncava
roca, que los amores imposibles
con sospechosa indiferencia, arroja
al mutilado reino del olvido.
***
La telaraña en El Mundo.
Etiquetas: Creación, Literatura
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