LA TELARAÑA: fines y medios

miércoles, febrero 16

fines y medios

El poema me aguarda. Está ahí, quieto. Tiene la forma y el fondo que yo le he dado. Pero, algunas noches, sus personajes me susurran nuevos monólogos que todavía no me atrevo a convertir en_al papel.

Quizá espere que lo retome, lo extienda o lo abandone. Puede tal vez abarcar más de un libro y convertirse en mi viaje [ni nuevo ni viejo, porque aunque sean nuevas las palabras, son permanentes los escenarios. Y al revés: sólo existe el viaje y las viejas palabras describirán un nuevo escenario]


***


Hablar del medio ambiente es complicado. Siempre nos falta el otro medio. O nos sobra, que es lo mismo aunque intentemos olvidarlo sin éxito. Así, mientras entra en vigor el Tratado de Kioto, en el que tuvo algo o mucho que ver Jaume Matas - cuando ejercía de ministro del medio - medio mundo ve cómo el otro medio se desmarca de las tendencias ecologistas y se adhiere a cualquier receta con tal de no estropear su economía. Los Estados Unidos de Bush, que no son los de Clinton, dicen poseer habilidades tecnológicas suficientes para acabar con la emisión de gases. Debe ser otro mal chiste. China se disfraza de paraíso rural y advierte que lo suyo es la agricultura del arroz y las murallas. La India, otro que tal, no reconoce que la caca de vaca y la política de castas contaminan más el ambiente que la tala de bosques en Brasil o los nacionalismos. Pero el mundo es pequeño y casi a la vuelta de la esquina, en Kenia, muchos niños son víctimas de la amputación de su pene por culpa de la receta mágica de unos hechiceros que opinan que una cocción de pene virgen puede curar el sida. Nada menos. Estos niños ya no necesitarán preservativos. Me duele hasta escribirlo.

Es obvio que el planeta se calienta. Puedo aceptarlo igual que no recuerdo en las Islas un invierno tan riguroso: frío, viento y nieve. No puede extrañarnos que hasta en el plácido Mediterráneo un crucero de lujo, el Grand Voyager, haya estado a punto de emular al Titanic. Eso se ha perdido el cine español que hubiera podido filmar un par de buenos documentales sobre el tema. Los pasajeros tienen motivos para demandar a quién les plazca porque no es de recibo plegarse a conveniencias económicas sin atender al medio ambiente. Otra vez Kioto. Cuentan que el capitán fue el único que dio la cara ante el pasaje. Menos mal. Lástima que lo hiciera echándose a llorar. Cada vez hay menos capitanes de navío y más capataces de patera.

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2 Comments:

Blogger Luis Amézaga said...

El poema se escribe en unos minutos El poema se lee en unos segundos
El poema se construye durante días o semanas. Y en muchas ocasiones, el mayor placer que tengo, cuando ya está perfilado, es dejarlo marchar, no atraparlo en un papel con todas sus limitaciones. En estos casos, su gusto me dura a lo largo del tiempo.

*****
Desde que he leído lo de la amputación de penes a los niños en Kenia, ando como doblado. Esas cosas no se le dicen a un hipocondriaco. Pero bromas aparte, tienen que estar muy desesperados en Africa con lo del SIDA para llegar a estas drásticas supercherías.

17 de febrero de 2005, 12:21  
Anonymous Anónimo said...

Pero hombre, si el hipocondríaco soy yo:-pp

Saludos!!

Fx

17 de febrero de 2005, 23:21  

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