LA TELARAÑA: hoja y media

sábado, marzo 31

hoja y media

Un poema de mi libro

Alrededores o la mansión de las luciérnagas
Editorial Calima, 2006.





El tedio dificulta coserse las heridas.

El ovillo arranca en los jardines
que intuimos afuera. [ Una mañana
partió de pesca y dejó escapar
muchos ojos moribundos. Temió
que se le clavase una última mirada
]

Luego nos envuelve de objetos
inútiles y nos atrapa.

La memoria exige más fortaleza
que el olvido. [ Se masturbaba con racimos
de vid, trenzando las piernas
en lo alto de las copas de árboles
imaginarios
]

Ahora las habitaciones le parecen
una repetición absurda

El señor no ha vuelto. No volverá
porque nadie le espera


y en sus manos esconde
el sinsentido de la muerte
porque la angustia o el dolor
son algo familiar en su existencia.

Eso lo aprendió, desde luego, en otro tiempo.

[ El joven Emir la amó intensamente
y si la convirtió en mujer
también quiso que ella perpetuase
su estirpe
]

Pero no fue así.

En el sótano, unos huesos diminutos
relucen como lentejuelas.

Allí las telarañas cubren
un aljibe de aguas grises
y un agujero en la pared, tiznado
de uñas plateadas, oculta
un nombre escrito con sangre ilegible.


Juan Planas Bennásar

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2 Comments:

Blogger Dana said...

Muy hermoso...muy profundo.
Gracias por compartirlo.

31 de marzo de 2007, 18:38  
Blogger Enriqueta said...

Lloro, joder!
LLORO!
Tío, tendrían que darte una calle en Palma.
Ahora que lo pienso... casi la de mis padres...
(Arquitecto Gaspar Bennàzar)
La tuya pondría "Poeta Juan Planas Bennásar. También arquitecto".
Yo me compraría un pisico en tu honor...

1 de abril de 2007, 0:46  

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