LA TELARAÑA: Pesadilla en Gomila

jueves, diciembre 29

Pesadilla en Gomila

La Telaraña en El Mundo.

Parece, en fin, que los territorios que abandonamos los ocupan, con el paso del tiempo, nuestras pesadillas. Será porque siempre vamos dejando atrás algo nuestro, por si se nos ocurriera regresar, o porque la vieja cinta de Moebius de la memoria nos acaba jugando malas pasadas y todo cuanto fuimos o hicimos -esa suma de ficciones que creíamos guardar en riguroso secreto- lo acaban siempre reviviendo, aunque sea muy a su manera, los que nos suceden.
En cosas así de confusas y melancólicas, acostumbro a pensar las pocas veces que en los últimos lustros he atravesado la zona de la Plaza Gomila y alrededores, que fue donde muchos vimos cumplidos algunos de nuestros primeros sueños y hoy es sólo el lugar en ruinas de unas pesadillas que, por extrañas y ajenas, casi ni reconocemos. Hay que ver qué fácil olvidamos lo que no nos interesa recordar.
Pero resulta, o eso me dicen, que un par de bandas se han adueñado del lugar y que, allí mismo, tras una pelea ruidosa e inverosímil, la Policía celebró la Navidad -es un por decir- con una multitudinaria redada. Me hablan de sudamericanos y dominicanos, pero para mí que sólo son los espectros o las pesadillas, ya lo dije, que dejamos ahí, adormiladas, y que despiertan, de vez en cuando, y arman la de San Quintín. Quizá resulte un consuelo saber que algo se revuelve en donde estuvimos y que se seguirá revolviendo, aún más, si por azar regresamos.

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