LA TELARAÑA

domingo, mayo 11

Cópula

Sobre la piel queda la marca suave, mineral, de la uña, la huella húmeda, volátil, del labio, la incisión de las palabras y el ritmo tajante del abrazo repetido. Quedan los surcos concéntricos dibujados por la presión obsesiva del índice, y el tatuaje en los tímpanos de un eco ascendente, progresivo y eterno, un alarido...

Sobre la piel queda el rocío.

También las migajas de una soledad que ya no existe, los oídos atentos a una música nueva, los ojos abiertos a las revelaciones que antes se ocultaban en la lontananza.

Sobre la piel, como sobre los árboles talados o las piedras cinceladas, queda el arte transformado en la alquimia de una sonrisa, unos instantes de tregua, un frágil sueño salpicado de caricias, un enjambre de sombras chinescas danzando el prodigioso juego de la luz tenue y compartida.



Etiquetas: