- I -
Quizá lleve unos días cadáver,
y sólo una complicada autopsia
pueda determinar
en qué lugar del mundo dejé mi corazón
y en qué otro lugar bien distante
el osario aterido que lo sostenía.
¿Entre qué rocas instalé
mi adiós definitivo
a las conjugaciones temporales?
¿Dónde negué tres veces
la sombra ecuestre, pétrea, pacificadora
de tu sonrisa?
¿En un nido? ¿En un nicho?
¿En la burbuja frágil de unos versos?
Quizá lleve unos días cadáver,
alimentando a seres diminutos
pero escalofriantes,
que sacuden los últimos vestigios
de mi memoria.
Quizá mañana mismo,
entre tus brazos
resucite de nuevo; pero si no es así
te ruego que cierres mis ojos
con el cariño de costumbre.
(Poema publicado en la Bolsa de Pipas, Nº 37)
Quizá lleve unos días cadáver,
y sólo una complicada autopsia
pueda determinar
en qué lugar del mundo dejé mi corazón
y en qué otro lugar bien distante
el osario aterido que lo sostenía.
¿Entre qué rocas instalé
mi adiós definitivo
a las conjugaciones temporales?
¿Dónde negué tres veces
la sombra ecuestre, pétrea, pacificadora
de tu sonrisa?
¿En un nido? ¿En un nicho?
¿En la burbuja frágil de unos versos?
Quizá lleve unos días cadáver,
alimentando a seres diminutos
pero escalofriantes,
que sacuden los últimos vestigios
de mi memoria.
Quizá mañana mismo,
entre tus brazos
resucite de nuevo; pero si no es así
te ruego que cierres mis ojos
con el cariño de costumbre.
(Poema publicado en la Bolsa de Pipas, Nº 37)
Etiquetas: Creación, Literatura
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home