Os ofrezco el enlace al artículo que Román Piña leyó anteayer en Literarte antes de haberlo escrito. Se titula Un verano erótico.
***
Y ahora un poema menguante rescatado de mi cajón desastre...
Cuenta atrás: 2-1-0
2.-
Vivo tan al margen como inmerso en vuestras miradas.
¿Son los límites, como sombras interpuestas, proyecciones de la voluntad o son dibujo físico de la herida, esa confirmación de la parte que, rebelándose, engendra el todo?
Rebelión. Revelación. ¡Oh, las palabras! Siempre demasiado promisorias... ¿Qué juego puede compararse a este juego que, siéndolo, no lo es, no puede serlo?
Abro la mano a los destellos de la luz esquiva. Cubro tu cuerpo como el arco iris el horizonte... Todo son formas de decirlo... Te acaricio. Te penetro.
El instante previo al orgasmo: el final de los tiempos anuncia el poema, su estallido interior, su violencia muda.
Convertir el lugar común - el lenguaje - en punto de encuentro y singular diáspora.
1.-
Siempre guardo para mí un refugio de soledad, un oasis en mi estado de ánimo que me permita estar al margen de todo y todos, especialmente de mí mismo...
En esos instantes de ausencia y rol suspendido, contemplo la existencia como lo que es: un oxímoron.
0.-
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Y ahora un poema menguante rescatado de mi cajón desastre...
Cuenta atrás: 2-1-0
2.-
Vivo tan al margen como inmerso en vuestras miradas.
¿Son los límites, como sombras interpuestas, proyecciones de la voluntad o son dibujo físico de la herida, esa confirmación de la parte que, rebelándose, engendra el todo?
Rebelión. Revelación. ¡Oh, las palabras! Siempre demasiado promisorias... ¿Qué juego puede compararse a este juego que, siéndolo, no lo es, no puede serlo?
Abro la mano a los destellos de la luz esquiva. Cubro tu cuerpo como el arco iris el horizonte... Todo son formas de decirlo... Te acaricio. Te penetro.
El instante previo al orgasmo: el final de los tiempos anuncia el poema, su estallido interior, su violencia muda.
Convertir el lugar común - el lenguaje - en punto de encuentro y singular diáspora.
1.-
Siempre guardo para mí un refugio de soledad, un oasis en mi estado de ánimo que me permita estar al margen de todo y todos, especialmente de mí mismo...
En esos instantes de ausencia y rol suspendido, contemplo la existencia como lo que es: un oxímoron.
0.-
Etiquetas: Literatura
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