Metáfora
He olvidado. Confieso que he olvidado
la forma exacta de tus pechos, el perfil
de tu sonrisa y hasta los nombres
que nos decíamos cuando el juego de amarse
no tenía más reglas que las menstruales
y una sonrisa roja y cálida
como un asombro, una cúspide o un pliegue
en la rugosidad del tacto
nos mantenía en vilo, sin agobios.
Por eso ahora,
en estos días agridulces
que intento sin fortuna vivir rápido
con la vertiginosa sombra de la duda
doblándome la espalda en las esquinas,
redibujo tu cuerpo en otros cuerpos
y escucho las palabras que les digo
por si alguna sonrisa te delata.
(Poema de mi próximo libro)
He olvidado. Confieso que he olvidado
la forma exacta de tus pechos, el perfil
de tu sonrisa y hasta los nombres
que nos decíamos cuando el juego de amarse
no tenía más reglas que las menstruales
y una sonrisa roja y cálida
como un asombro, una cúspide o un pliegue
en la rugosidad del tacto
nos mantenía en vilo, sin agobios.
Por eso ahora,
en estos días agridulces
que intento sin fortuna vivir rápido
con la vertiginosa sombra de la duda
doblándome la espalda en las esquinas,
redibujo tu cuerpo en otros cuerpos
y escucho las palabras que les digo
por si alguna sonrisa te delata.
(Poema de mi próximo libro)
Etiquetas: Literatura
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