vestuario
Recoges la ropa y la examinas. Está vacía o extenuada. No existen más rumores que tus recuerdos.
Y sin embargo se superponen algunas huellas remotas. Las mismas arrugas de siempre. Los mismos olores sujetos con imperdibles. El rastro del calor y la ubicuidad del frío. La yema del dedo repasando las costuras, los ojales, la etiqueta ilegible junto a un mínimo pespunte desgarrado. Sólo esos pocos ingredientes bastarían para propiciar una gran explosión.
Luego están los cuerpos que el deseo hace tuyos. [ Ella siempre te abraza como si fueras otro ]
Etiquetas: Literatura
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