LA TELARAÑA: versos desubicados

domingo, enero 15

versos desubicados

Tengo -literalmente- un montón de poemas que no cupieron en mis anteriores libros y que no cabrán, tampoco, en los próximos. Son poemas inoportunos, en el mejor de los casos; sencillamente flojos, la mayoría, o que por los motivos que fuere nunca cuajaron como tales. Es cierto que algunos fueron publicados en algún suplemento cultural allá por los años ochenta y pico o en alguna publicación años después. Pero no importa. Son poemas sin libro. Voy a ir sacándolos a la tenue luz de este diario. Más que nada para recordarlos y sonreírme con ellos. Vamos allá con la primera entrega...


sólo luces y un universo que gira
sólo tu mano entre mis piernas
sólo un dolor que se multiplica
un deliquio otoñal en el ocaso de los sentidos,
en el claroscuro del conocimiento, en la locura
del silencio, en la plenitud

sólo la noche y un pálpito imposible
sólo la muerte sólo el amor
solos tú y yo
danzando
aniquilados.


(Estos versos formaban parte de un poema sobre El Último tango en París. Nada menos)


***

un enjambre amarillo acompasó mis pasos
en la ciudad de las arenas densas
y el humo en unos ojos oscuros me dijo:
desaparecerás de mi vida
cuando deje de amarte
.

el horizonte juega al escondite
con nosotros el poema y la vida:
todo se desvanece y sigue ahí
todo igual y distinto
envuelto de amarillo.

cómo alcanzar la pausa
cómo el sonido muerto
cómo la voz la brisa el aire
el desorden la niebla el miedo


cómo zurcir la línea que une y separa
palabras y silencios
cuerpos y labios
si al final sólo quedan burbujas palpitantes
que estallan

para que el universo pueda seguir su curso.

(Este lo escribí en Barcelona, poco antes de dejar atrás una magnífica aventura )


***


Habanera


Sobre el viejo alhamar la ropa blanca es blanca
como tu cuerpo.
Rueda que te rueda, rondó
rotativo, el tiempo no atraviesa
los pasajes carnales, gira en torno
un mismo punto ¿tu ombligo? y se sorprende
viajero de tus lágrimas entre las brumas
desapacibles de la tarde que ennegrece.
Nueva historia transita los canales umbrosos
de un sueño que se olvida. Quedan solitarias
las avenidas, silenciosas las campanas
y las gentes ¿muertas? le dan la espalda a la luz.


( Este es del siglo pasado. José Carlos Llop me lo publicó en el Suplemento del Día de Mallorca, que por aquél entonces, él dirigía. La verdad es que me gustaba y me sigue gustando. Bueno, algo así... )


Y esto es todo por hoy. Otro día, más.



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2 Comments:

Blogger azuldeblasto said...

Vaya sorpresita de las buenas noches nos has dejado, antes de irme a intentar dormir algo me paso por esta telaraña y encuentro estas perlas negras, son una delicia; gracias, gracias y mil gracias.

Un saludo.

Px.

15 de enero de 2006, 23:43  
Anonymous Anónimo said...

Muchas gracias a ti por estar ahí, atenta. Son viejos textos que casi me sonrojan, pero bueno, también los escribí yo, así que...:-))

Bona nit!

Fx

16 de enero de 2006, 1:40  

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