LA TELARAÑA: crucigramas

lunes, noviembre 13

crucigramas

La Telaraña en El Mundo.




El sábado desapareció la habitual web parpadeante -digo lo de parpadeante porque parecía, desde siempre, estar diseñada para generar de inmediato algún tipo de epilepsia o trastorno visual irreparable a sus eventuales visitantes- de la Obra Cultural Balear. En su lugar, un cartel avisaba de la construcción de la nueva “www.ocb.cat”. Todo, pues, de lo más normal y acorde con los tiempos que corren. Me quedé, sin embargo, sin poder revisar la acostumbrada lista de convocatorias, manifestaciones, correlenguas y demás noticias floridas con las que La Obra acostumbra justificar su existencia y amargar la ajena. Ese tipo de vida basada en la irascible reacción hacia todo lo que se mueve es algo digno de estudio. No constituye ninguna tarea intelectual sino un simple trasiego de vísceras con la única obsesión de la propaganda catalanista en la mirilla. Algo que sólo puede dar náuseas a quien sepa -o intuya- que la vida es mucho más que una lengua o un par de lenguas, que una sopa de letras, que un crucigrama, que una cultura que no se sostiene ni entiende sola y que, más allá de su relación con el entorno a sacrificar, no es ni puede ser absolutamente nada. El hombre unidimensional del viejo Marcuse vuelve para demostrarnos -parafraseemos a Ortega- que al alma revolucionaria de los 60 le sucedió, primero, el alma desilusionada de los 80 y, ya después, ahora, el alma reaccionaria de los nacionalismos.

Pero otros movimientos de tierras animan nuestros diapasones. Bono e Ibarra son, quizá, las últimas voces sensatas que le quedan al PSOE cuando hablan de Iñaki De Juana y su huelga de hambre. Lástima que no podamos decir lo mismo de Francesc Antich, la cabeza inane del socialismo balear. En cuanto al etarra podríamos ir más lejos e incluso recomendarle que si lo que quiere es escribir, nada mejor que unos largos años en la soledad purificadora de una celda para hacerlo. Otros escritores ya lo hicieron antes y a algunos no les fue del todo mal. Pues eso.

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