vitrales
La Telaraña en El Mundo.
Mientras tanto, Windows Vista ya está en la calle. Aleluya. Ahora las ventanas en 3D se pasean solas por nuestro monitor. Inenarrable. Pero tranquilos. Su precio y exigencias son absurdos. Con todo, no entraré en la polémica de las ventajas del código abierto sobre el software propietario. Llevo días probando tanto Ubuntu como una beta de Vista y no hay color. Si se me ponen fundamentalistas, me vuelvo a mi vieja Olivetti.
La realidad nos puede gustar o no. Nos puede dejar pensativos, como el barrizal ateológico de Barceló en la Catedral, o indiferentes. Hay tantas realidades que casi asquea su inventario. Hay una izquierda párvula y una derecha algo huérfana de conceptos. Si los primeros tienen vocación de agrimensores y se autoflagelan con la perimetral y obscena discusión de cuántos metros cuadrados permite la solidaridad obrera, los segundos añoran las ubres del liberalismo, viejo truco de prestigio que reduce los flecos de la razón filtrando la cal de la arena en ese tamiz llamado legalidad vigente. No hacen falta las inmersiones históricas para constatar que las leyes andan lejos de aquel primaveral laissez-faire, visionario ilustre, pero también miope, de una libertad pensada para todos y cada uno. Sólo eso. Nada menos. Las precisas correcciones de la política social sirvieron para que la economía de mercado sobreviviera capturando a productores y consumidores en la misma red. Todo un éxito de pesca. Lástima que la malla siempre se rompa por sus partes más endebles y así nos luzca, ahora, la libertad; algo más que desnutrida y famélica, esquilmada. Como el pelo, la calva y quién sabe si el hueso.
Mientras tanto, Windows Vista ya está en la calle. Aleluya. Ahora las ventanas en 3D se pasean solas por nuestro monitor. Inenarrable. Pero tranquilos. Su precio y exigencias son absurdos. Con todo, no entraré en la polémica de las ventajas del código abierto sobre el software propietario. Llevo días probando tanto Ubuntu como una beta de Vista y no hay color. Si se me ponen fundamentalistas, me vuelvo a mi vieja Olivetti.
Con ella no gozaré del vídeo en YouTube de Joan Lladó y Bernat Joan en pleno éxtasis balear de Esquerra. Lo dicen clarito: ¡Quieren las llaves de la caja! Acabáramos. Vaya cruz con los políticos, sus ridículos blogs y las nuevas tecnologías. Nunca desearon otra cosa que controlarlas a su antojo y ahora las utilizan como náufragos. Se ahogarán.
Etiquetas: Artículos
6 Comments:
Muy triste el papel de los periódicos haciéndole servil publicidad a Microsoft, anunciando su nuevo sistema de forma gratuita bajo la especie de noticia.
Sistema que según leo no deja pacer a la mulita. Que le vayan dando.
Y a Barceló también.
Y a Calatrava.
:P
Ná, que lo del regreso Olivetti ya no es posible.
Sea como fuere acabaremos con la vista cansada:-)
La mula pace igual...
XDD
Saludos a ambos
Pero qué dice este cisne?????
No haga usted comparaciones a la ligera.
Me entra sarpullido, coño!
Nadie es profeta en su tierra.
Ay! Barceló... No está hecha la miel para la boca del asno... ni del cisne, veo.
Por cierto Juan, este blog está muy aburrido últimamente...
Besico.
Se agracedece tu sagaz observación, Enriqueta:-)
A mí, querida Enriqueta, las hordas posmodernas me producen urticaria severa. Barceló no es una excepción. Pero no diría que Barceló no es profeta en su tierra: profeta, Mesías y hasta Poncio Pilatos del arte mallorquín.
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