las fotografías

La Telaraña en El Mundo.

La indiferencia es un bálsamo. Nos permite el distanciamiento y, a la vez, la empatía. Nos permite observar aun sabiéndonos observados. Nos permite desaparecer si nos apetece y luego regresar sin que nadie nos pueda pasar factura. La soledad del corredor de fondo es sólo una forma de resistencia, de perseverancia, de buscar más allá de la fatiga la mejor atalaya desde la que auscultar el paisaje. Hay que ser exquisitos sin parecerlo y sin jactarse de ello. Por eso amo el aire fresco bajo las sombras dilatadas del pensamiento. ¿Cómo podríamos, sin su refugio, asistir al espectáculo circense de las pantomimas, las provocaciones sin más sostén que el cálculo o las dobleces sin más trasfondo que el vacío?

Pero hay fotos que no mienten. La OCB y el STEI se plantaron en el consulado de los Estados Unidos para protestar por el informe anual de los Derechos Humanos en el que se advierte de la discriminación que padece, en selectos territorios españoles como Cataluña o Baleares, el castellano de todos frente al catalán de Macià Calafat, Monserrat Marí y unos pocos o muchos iluminados más. Naturalmente su alegato irá a la papelera. Lo básico era la foto.

Igual ocurrió bajo la admonitoria cruz del Monasterio de Cura donde Antich, Carod y un señor de Andorra refundaron el IRL. No sabemos qué será ahora del siempre desubicado Sebastià Serra y su IEB. Que se lo regalen. Lo que importa es que dos comunidades autónomas y un solo estado soberano –Andorra- escenifiquen la necedad de convertir un lenguaje común en un arma de segregación política. Buena foto. Tal perversión no la iguala ni el Gobierno con su conejo para todos, incluido Gadafi. A este hombre con su jaima móvil, sus vírgenes indomables y sus pelos de altivo aguacero indie se le entiende todo, incluso que caiga, rendido, a los pies de María “La Coneja”. Quiere mil millones de euros para acabar con la inmigración ilegal. Más o menos lo mismo, pero en petróleo, que Zapatero y su enfático Gobierno de España.