LA TELARAÑA: «Cavalls cap a la fosca»

viernes, julio 3

«Cavalls cap a la fosca»

La Telaraña en El Mundo.





Me despertó el acuciante campanilleo de un afilador de sueños. Pensé en el galope de los caballos en la sombra –descanse en paz, Baltasar Porcel- o en algún otro terror antiguo. El alba, como la actualidad, es ruidosa. Los monopolios me dan urticaria, pero las liberalizaciones son como bromas pesadas. Así, cuando la telefonía, el móvil e Internet, las ofertas se socarraban de continuo. Ante el hechizo de las incógnitas fingí que el parto me era ajeno. No hice nada. Vi desfilar cadáveres y jaleé –ávido o indiferente- al cortejo. Hoy sólo Telefónica –creo- aplica algún descuento a los parados. Será que advirtieron que sin el temblor virtual sólo les queda la farsa de los lunes al sol. Y el sol aprieta. Mucho.

Carles Manera lo sabe con lujo de detalles, aunque nos los quiera disimular. La recesión se ha instalado en las Islas con el mismo desparpajo con que desembarcan, en Santany, pateras de inmigrantes embutidos en ropa de marca. No sé si es la mejor forma de pasar desapercibidos en Mallorca. Cuánta idiotez y mitomanía genera el mercado. Cuánto naufragio.

Pero el ajetreo sigue. La luz y el gas tendrán nuevas etiquetas de origen. Seguro que, ante la duda, volveré a abstenerme y a soportar, en silencio, la hemorroidal verborrea telefónica de los proveedores. Les propondré, a cambio, el aire acondicionado que compré antes de saberme alérgico a la brisa reciclada. A ver qué me ofrecen.

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