LA TELARAÑA: Entre inútiles anda juego

sábado, abril 9

Entre inútiles anda juego

La respuesta a la pregunta del sábado en El Mundo: ¿Comparte las declaraciones del presidente de Fomento del Turismo sobre los inmigrantes?

Sí. A Pedro Iriondo se le puede reprochar el don manifiesto de la inoportunidad, en efecto, pero no el de la mentira o la tergiversación. Se le puede acusar de incontinencia verbal y hasta de errar en buena parte de sus cábalas y diagnósticos, pero no se le puede condenar ni denigrar, al menos del todo, por ello. En realidad, hay terrenos que, de tan resbaladizos -puro légamo sobre el que mundo danza como una peonza ebria-, siempre nos acaban dejando con el culo al aire. Digamos lo que digamos. O sin decir nada. Pasa que ahora, y sobre todo aquí, perderse por entre los lodazales conceptuales de lo extranjero y lo autóctono, en pleno y horrible sarpullido de nacionalismos, regionalismos y demás ismos territoriales, es tarea suicida y viaje inútil para el no hacen falta alforjas ni discursos. Ya lo dije otras veces. No hay lugar en el universo en el que me sienta más extranjero -ajeno, extraño- que en casa; esta casa que, en teoría, me es propia y común, y que me resulta, en la práctica, el más cruel de los enigmas, el más refractante de los espejos, el más tullido de los paraísos. El origen del éxodo.
Pero a Iriondo le beneficia el talante de los que le critican. Francesc Antich, por ejemplo, dice de él que no es la persona más adecuada para estar al frente de Fomento de Turismo y va y no se ocurre otra que pedir su dimisión. Resulta asombroso que el presidente del gremio político en Baleares, un gremio muy poco dado a las dimisiones, salvo cuando los tribunales amanecen empapelados con sus órdenes de búsqueda y captura y ya les cuelgan de una soga en todos los telediarios del país, le exija al presidente de otro gremio, el del gremio turístico, en este caso, el sacrificio supremo de la dimisión. Gran paradoja. Tampoco Antich es la persona más adecuada para estar al frente del Govern y no vamos a pedirle nada, sino a esperar, tranquilamente, a que las elecciones lo desalojen de su poltrona, de su trono de vanidad e inopia entre truenos, rayos y centellas.   
Luego está el tema de quién ha de vender Baleares. Ya nos vendieron desde las instituciones y a muy poco precio. Casi que nos regalaron a golpe de corrupción y pelotazo. A precio de derribo. Pero hay más. Anteayer, Francina Armengol aprobaba el veto público del Consell Insular de Mallorca a las empresas que no utilicen el catalán. ¡Y luego nos hablan de vender bien! ¡Vaya panda de inútiles!


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