LA TELARAÑA: Liturgia de la actualidad

lunes, junio 13

Liturgia de la actualidad

La Telaraña en El Mundo.

La búsqueda de la actualidad más rabiosa nos suele conducir a callejones sin salida. Es como adormilarse ante la orilla del mar; a una ola le sucede otra y a ésta otra y, al cabo, la sucesión se eterniza hasta que te dejas vencer por el ronroneo de lo mismo y decides que no hay nada nuevo en esa repetición y esa inercia. La vida debe de andar por otra parte, piensas entonces, pero ese «dèjá vu» te sigue persiguiendo y hasta lo das por bueno. O por familiar. O quizá por inevitable.
Así, poco a poco, vas cayendo en una especie de fatalidad que no tiene nada de trágica y sí, mucho, de civilizada. Una especie de indiferencia íntima y casi absoluta. Un saber que el mundo exterior tiene sus pautas y que interferir en ellas es inútil y que, además, puede ser contraproducente. Los muros se escalan o se derriban, piensas luego, como queriendo llevarte la contraria, pero enseguida cedes. Lo mejor es vadearlos, sin indignarte siquiera. O indignándote, pero sin que se te note. Por pudor e higiene. O porque sí.
Es por ello que apenas tengo palabras para la algarabía de algunos. El sábado se grabó, en Blanquerna, otro «Lipdub» -ese karaoke donde unos, por norma la OCB o el GOB, ponen la letra y la música y los demás bailan como títeres- para exigir su peatonización total. Lo busco en «YouTube», pero no lo pillo. Regreso a la orilla del mar y las olas se siguen sucediendo. Es lo normal. Y que dure.

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