La cultura de la usura
La Telaraña en El Mundo.
Ni Rafael Nadal, ni las asombrosas revelaciones en el caso DSK, ni la boda principesca en Mónaco. Las estrellas del fin de semana en la Red han sido, por abrumadora mayoría, Teddy Bautista y su corte de ilustres recaudadores. Pocas veces se había visto tanta jarana y bulla, tanta chirigota y cachondeo, tanta indignación y suspiro de alivio, o de venganza, como cuando se supo que el jefe de la SGAE se encontraba ante la Guardia Civil dando cuenta de sus cuentas y de esa bruma opaca donde se bifurca el dinero igual que la dignidad. Todo es volátil cuando se basa en el artificio, en la usura, en el capricho y en la manipulación consentidas.
Llevamos años pagándoles un canon preventivo que nos convertía en delincuentes sin derecho a la presunción de inocencia. Pero tanto da. ¿Quién es inocente hoy en día? ¿Lo es el Ministerio de Cultura permitiéndoles un monopolio tan absurdo como maquiavélico? ¿Lo son ellos, meros títeres, al fin y al cabo, del más antiguo de los desórdenes, la gula, la codicia y la voracidad insaciable del poder?
No tengo respuestas, pero ni las necesito. O no, al menos, con urgencia. Se puede ir por la vida discretamente o, al contrario, avasallando. El único consuelo es que estos últimos se olvidan de que, algún día, pueden ser ellos los avasallados. Y así les luce, mientras tanto, la contabilidad y hasta el pelo que creen que nos han tomado. Pero qué burros que son.
Etiquetas: Artículos
3 Comments:
Muy bueno, pero aún hasta demasiado suave para lo que se merecen.
Bueno, ya les darán lo que se merecen, supongo...
Saludos!
Juan, muy acertada tu visión, y muy ponderado en tus opiniones.
Publicar un comentario
<< Home