LA TELARAÑA

lunes, junio 9


A veces, desecho poemas... y a veces los recupero. No porque haya cambiado mi percepción sobre su razón de ser o el contexto en que fueron ideados se me revele de improviso como actual o urgente, no. Lo hago para recordarme... sólo eso.


-- I --

Derrubiado el ajuar, rota la alianza,
sólo el recuerdo vierte sus baldones
y prolonga el afán de los calendaristas:
No existe el tiempo.
Se encapricha la yedra
en coronar la sombra de tus ojos. Cuaja
una camelia en el salón y muere
la luz. Estas horas de agonía o letargo
no importan: la inocencia
fue hermosa credencial,
por ella no sentiste
cómo tu carne en vilo saciaba la sed
en la profundidad arisca de un espejismo.



-- II --


Mosaico de alfileres, al amparo
de arcanas tradiciones, se procuran
quienes, tras el augur, nostalgia sienten
del obligado tráfico de los cuerpos.
Así, roto el idilio y la baraja
labran las cribas del engarnio y niegan
al azar sus designios, insumisos
a la celosa fiebre del desamor
colectivo.
El lecho no engalana
el físico volar sobre los riscos
que aguerridos no son ni en apariencia,
gestas diríase tan vanas que ni al cuerpo
o su sombra, espíritu alguno comunican.



Poemas escritos en el año 1986 D.C.

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