En la inocencia te escondes de las sombras, cortinas humeantes de algas con alargada sonrisa de ébano, que atraviesas como si fueran un pórtico y no un obstáculo. El otro lado desaparece entonces o no existió nunca y sólo tú lo sabes.
No importa si las palabras atrapadas en la telaraña pugnan por evadirse o se acomodan a las circunstancias y se limitan simplemente a esperar que tú las utilices. Son tuyas o quieren serlo - tal vez no lo son y sólo tú lo sabes.
Quizá la frontera se aproxime o se aleje, o las distancias sean irrelevantes y no estén sujetas a ninguna ley física. Quizá los signos yazcan aplastados como piedras con vocación de lápidas - y aún así qué ocultan - o dibujen el vuelo difícil de algún anhelo indefinible...
Es difícil atrapar un poema.
No importa si las palabras atrapadas en la telaraña pugnan por evadirse o se acomodan a las circunstancias y se limitan simplemente a esperar que tú las utilices. Son tuyas o quieren serlo - tal vez no lo son y sólo tú lo sabes.
Quizá la frontera se aproxime o se aleje, o las distancias sean irrelevantes y no estén sujetas a ninguna ley física. Quizá los signos yazcan aplastados como piedras con vocación de lápidas - y aún así qué ocultan - o dibujen el vuelo difícil de algún anhelo indefinible...
Es difícil atrapar un poema.
Etiquetas: Literatura
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