LA TELARAÑA

viernes, agosto 13

Elipsis


Escribir sobre Palma requiere profundas dosis de elipsis - casi una sobredosis - porque hay elementos vulgares pero también poéticos en el día a día de una ciudad y es tan injusto primar los unos como los otros. Habría, acaso, que mostrar al lector las conexiones entre las anécdotas exteriores y las interiores, sugerirle que es sólo suya la última palabra e invitarle a recorrer por sí mismo las múltiples lecturas de la realidad. Yo me conformo con entretenerle, provocarle, de vez en cuando, una sonrisa cómplice o una mueca de desagrado, no hay problema.

Palma es una ciudad abreviada donde todavía es posible alejarse de la agitación frenética que asola otras urbes. Con todo, hay unos cuantos baldones en la actualidad política que - ya sea por nuestra habilidad pegando patadas a todo lo que se mueve o por simple inercia - merecen ser tenidos muy en cuenta. Pienso en Antoni Nadal y el flaco favor que le está haciendo la amistad mal entendida de Catalina Cirer. Pienso en las cábalas de casi todos - hoteleros, urbanistas, constructores y sindicatos - intentando que las burbujas turística e inmobiliaria no nos estallen en la cara. Pienso, como contrapeso, en las excepcionales Nits a la Fresca que nos reconcilian con ese espacio de luz arrebatado al Mediterráneo. Pienso en la torpeza de algunos políticos que se empeñan en ignorar que somos un pueblo bilingüe, incluso si utilizamos sólo el mallorquín o sólo el castellano, que eso ni importa. Quizá nuestro "hecho diferencial" sea el bilingüismo.

Me duele constatar que no ha desaparecido la vieja costumbre de intentar matar al mensajero antes de descifrar el mensaje. Por ello matizaré, sin atizar, a dos compañeros. Ni la sociedad balear ni España, van a desintegrarse por las veleidades del PSOE con Maragall y sus socios independentistas, como parece temer Javier Legorburu, ni existen esas rudimentarias trincheras - aquí la derecha, allá la izquierda - donde López Crespí dibuja una guerra que, afortunadamente, pertenece a otra época. Pero es sólo mi opinión.




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