LA TELARAÑA: 11.182

viernes, octubre 21

11.182

Nadie podrá hacerme callar en estas trincheras donde oculto mis heridas y las ofrezco en sacrificio contra la voluntad de la tormenta — el desperdicio de sus rayos me consuela y enfurece. Me recuerdan la risa atronadora del padre.

Pero el desgarro nos ha hecho fuertes, sin pretenderlo. Nos ha convertido en bestias de carga capaces de atravesar las ciénagas más abruptas con esa extraña fe [ no formulada ni formulable ] de quien puede sobrellevar una duda inmensa sobre sus lomos y atravesar la noche como si la esencia de la oscuridad sólo fuera, exactamente, el canto tímido de algunos grillos.

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2 Comments:

Blogger azuldeblasto said...

Dotado de una fuerza que le rebasa hasta lo inverosímil remonta el vuelo desplegando enormes alas que ni el pegajoso lodazal puede retener por mucho tiempo.
El torbellino de ese poder se transmuta en luz deslumbradora que inexorablemente
despliega su halo invisible.
El silencio de un lamento detonado desde las entrañas se propaga resonando a través de la cacofonía de ese universo.
Hay quienes escuchan solamente el batir de sus alas ,y ese único sonido les ensordece impidiéndóles contemplar el majestuoso tránsito.
Afortunado aquel que pueda contemplarlo y seguir su vuelo remontarse hacia una dimensión que es su reino.

21 de octubre de 2005, 16:59  
Anonymous Anónimo said...

:-)))

Fx

21 de octubre de 2005, 21:41  

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