LA TELARAÑA: 11.618

lunes, octubre 24

11.618

Nos han visto sufrir y hasta llorar por ficciones; sobre todo, por ficciones.

Y padecer la pesadilla del caos y la confusión

como la del método y la certeza

en nuestras mentes, incluso en el sopor alargado y lento de las interminables noches de vigilia y apuro.

La inquietud es siempre la misma, aunque aparente no serlo. Y hasta nos la podemos explicar los unos a los otros. Lo hacemos porque los detalles, en ocasiones, varían y el juego de las diferencias nos entretiene. También porque en esa parodia del lenguaje, en ese hermoso instante en que la razón afloja su tiranía, siempre acabamos encontrando un último respiradero.

[ Mientras tanto, ajenos a cualquier tipo de remordimiento, seguiremos oyendo las infinitas voces del padre prolongando su inútil castigo ]

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4 Comments:

Blogger azuldeblasto said...

La agonía cesa.
La mente inicia su periplo rodando por el laberinto sin lastimarse con los prismas; ya no distorsionan la mirada, amables espejos y amplios vitrales le obsequian un vasto horizonte en calma.
No hay salida.
No se huye una vez aniquilado el Minotauro.

25 de octubre de 2005, 10:53  
Blogger Luis Amézaga said...

Veo que la literatura fagocita a la literatura. ¿Hasta dónde?

25 de octubre de 2005, 18:45  
Anonymous Anónimo said...

Ni se sabe, querido Luis... ni se sabe, pero es hermoso ver cómo las palabras se llaman a sí mismas, como si fueran otras y se multiplican. Iba a decir que así se reproducen:-)

Y gracias Azul, me gustó tu estática visión.

Saludos a ambos dos dos

Fx

26 de octubre de 2005, 1:05  
Blogger azuldeblasto said...

Buenos días desde el terruño.
Devuelvo el saludo y sonrio ante el hecho de que mis chorradas puedan gustar.
En mis años mozos me daba la vena y derramaba sobre el papel a borbotones. Con el pasar del tiempo me he oxidado y me dedico a otros cien mil intereses.
Seguiré intentándolo (crea adicción).

26 de octubre de 2005, 11:09  

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