LA TELARAÑA: el desierto de la cultura

lunes, agosto 24

el desierto de la cultura

La Telaraña en El Mundo.



No sé qué entienden, nuestras instituciones, por Cultura, aunque tampoco se lo he preguntado. ¿Debería? Quizá, pero no sé muy bien a quién dirigirme. No sé si disiparme, como un rastreador de espejismos, en la selva de conserjerías del Govern, si adentrarme, patético, en el dédalo de espejos -aquí las mutaciones logran su efecto más espectral- del Consell o si perder la marea del aliento en alguna de las múltiples instancias de Cort. El mismo lugar se repite como la arena de un desierto o la sangre generosa de una herida. Se repite hasta anularse. O reverbera como un eco hasta alcanzar el silencio del vacío. ¿Hay alguien ahí?

Parece que no. Las estadísticas revelan que la gestión cultural en las Islas está huérfana de postulantes, que no damos la talla estatal, que nuestros organizadores de eventos andan más perdidos que un turista noctívago en la noche inigualable de Son Gotleu.

Quedan, eso sí, las anécdotas. El café elevado a la calaña de botellón de la OCB. Los 40 subsidios del IEB. Prada. IRL. IB3. Can Prunera. La refulgente ascensión y caída de algunos consorcios. Será que hay que apurar el presupuesto y asumir que, en su báscula, no caben la búsqueda ni el hallazgo solitarios, más allá de su trasluz contable: un alijo de sombras como losas retorcidas, un agua muerta donde sólo se refleja lo que carece de sustancia. Lo superfluo. Lo inútil. La cultura oficial. La ignorancia.

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2 Comments:

Blogger Francisco Fuster Garcia said...

Cuando se habla de incultura, me siento obligado a intervenir casi de oficio. Hoy mismo he añadido a mi blog el logotipo de un Ministerio de futura y necesaria creación. Por lo que veo, en Baleares ya os habéis adelantado con una delegación - o varias, por lo que cuentas - propia.

Por lo de las anécdotas no debéis preocuparos. Leí en un libro una vez que la historia es, por contradictorio que parezca, la disciplina de la anécdota; que lo permanece después de todo, el paisaje después de la batalla, se hace con lo anecdótico. O sea, que esos gestores, aún sin saberlo ellos, están haciendo historia.

24 de agosto de 2009, 15:43  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

Por supuesto, Paco, sin anécdotas no habría historia:-)

Muy bueno el logo de tu Ministerio:-P

Abrazos!

25 de agosto de 2009, 0:02  

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