Paisaje con clones
La Telaraña en El Mundo.
Parece que las relaciones personales cambian, pero no. Casi todo es exhibicionismo. Para cerciorarse basta dar un paseo por Facebook y censar el gentío ocupado en autorretratarse con la miope cámara del móvil. Tienen miles de amigos en la red pero nadie que les saque una foto digna más allá del escorzo de su brazo. No extraña que salgan desfigurados. Pero sí sonrientes.
Con todo, la familiaridad resulta, ahora, más fácil. «Se diría que mira un punto fijo / En su interior». Así me describió una amiga virtual, tras verme vadeando las zanjas, las baldosas de arena, las reuniones de vecinos en aparente desahucio, el trasiego de tribus airadas y el caos habitual de la Plaza de España. Reconozco esa mirada precaria que no siempre sé qué mira ni por qué lo hace. Igual es sólo una forma, otra más, de ceguera.
Pero la bruma es ubicua. En Valencia han clonado un toro de lidia. No sé qué pensarán los antitaurinos, pero se empieza clonando bantengs, ovejas y toros y se acaba clonando a cualquiera que se crea lo bastante importante. Candidatos nos sobrarían. Al menos, aquí, donde coleccionamos clónicos con la misma avidez con que otros coleccionan ejemplares únicos o rarezas. Vean, si no, las colas funcionariales de los comisarios lingüísticos de la OCB, y afines, en el poder, que ostenta Antich pero ejercen otros. Sólo la clonación aviva su éxtasis y subvenciona su esperpento. Y nuestra agonía.
Etiquetas: Artículos
2 Comments:
No creo que sea ninguna forma de ceguera, al fin y al cabo somos el único instrumento que tenemos para interpretar el mundo, es lógico que nos pasemos la vida afinándonos, templándonos y calibrándonos.
Le adjunto una dirección de una amiga virtual mia que precisamente hablaba ahora de esta clase de mirada:
http://casadorada-say.blogspot.com/2010/05/una-piedrita-diminuta.html#comments
Interesante discursión, Sonja;-) Un abrazo!
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