LA TELARAÑA: De juicios y rebajas

jueves, enero 12

De juicios y rebajas

La Telaraña en El Mundo.
  
Ya sé que son días de rebajas y juicios ejemplares, de luces de neón y sonrisas a destiempo, como ojos que nos guiñan no se sabe qué, pero se imagina. A cierta edad uno ya se imagina lo que sea, pero se sigue sonrojando con la impostura de algunos. O muchos. Son días de pago a crédito y sudores fríos, de estrados repletos de arrogancia y carreras en busca del máximo tanto por ciento de descuento, como si en pos de un milagroso recorte en el precio o en la condena, tan artificiales ambos.
Será por eso que nos alivia que el mercado, como los juzgados, aparquen su hábito de ocultarnos su trama íntima y aireen, sin pudor alguno, sus gangas y saldos -o sus sombras chinescas- para cuadrar unas cuentas que, a veces, no acaban cuadrando nunca.
Pero no todo es ir de escaparates o juicios. Ayer supe que, hace tres semanas, en la calle San Miguel, una joven perdió una funda de 30x30 cm. Lo sé, porque colgó un pulcro folio relatando su contenido: unos pendientes, un móvil, una webcam, una cámara y unos discos duros con información sobre su tesis, nos dice, y, ay, nos añade, con todas las fotos de su vida. Ignoro si ya la recuperó o si, al contrario, nadie la llamó aún para decirle: encontré tu vida y te la devuelvo. Ojalá sea lo primero, porque perder las imágenes ateridas de toda una vida es como perder la vida entera en el interior de una niebla aún más fría, si cabe, que el olvido. O el robo.

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