Balearikus
Un puente es un lugar de bullicio y tránsito que, cuando hablamos de Palma, suele convertirse en un lugar desierto y silencioso. Será que hay que respetar el sueño de los muertos e incluso adornarlo con el recuerdo de algunas flores. Será que la vida reconoce también su condición de tránsito y se asienta en ese ir y venir con una sonrisa resignada. Huir no tiene sentido. Por eso, o por un casual de órdago, estos días, vísperas de Santos y Estatuts, han sido tomados de manera gloriosa por la cultura, en la más amplia expresión de la palabra. A la Cultura no le sientan bien las mayúsculas ni las etiquetas, pero hoy seremos condescendientes con los mitómanos. Quizá porque el Balearikus Party y el Festival@Deià se las merecen.
En el recinto del Ifebal algo así como un millar de internáutas se están pasando tres días y tres noches con sus ordenadores continuamente conectados a una rapidísima banda ancha, que la pésima política gubernamental en telecomunicaciones y el acostumbrado recelo de los gobiernos a todo aquello que suene a información y cultura al alcance de todos, nos niega sistemáticamente durante el resto del año. Afortunados ellos que podrán intercambiar ficheros, películas, música y en definitiva conocimientos, a velocidad de vértigo. Eso sí es potenciar la cultura, compartirla, mal que les pese a los energúmenos de la Sociedad General de Autores y su obsesión por los royalties. Pura estulticia.
Deià es otra cosa. Palabra, imagen y música. Bogdanovich, McEwan, Neus Canyelles, Anglada. O el amigo Agustín Fernández y sus hermosas provocaciones, hablándonos en contra del dogma de la tradición o de la ausencia actual de relaciones entre artistas y poetas y nos cita, nada menos, a Rafael Albertí y Picasso. Se equivoca y lo sabe. Yo mismo me relaciono con gentes tan heterodoxas e interesantes como Raúl Ximénez o Miguel Veyrat. Pero la fama nos importa poco. Preferimos el trabajo solitario. Quizá porque hace ya tiempo que nos quitamos las etiquetas.
Etiquetas: Artículos
7 Comments:
La tecnología y la cultura ¿en matrimonio gay?
ná, a eso se le llama cohabitación:-P
Saludos!
Fx
No hablaré de mí sino de Veyrat, es el autor poético que más me ha impresionado últimamente - aconsejo sus ensayos, reducidos en número de palabras, pero inmensos en concreción -publicados en los digitales-. Creo que está muy por encima, intelectualmente hablando, de Alberti-, pero así son las cosas:)
Por cierto, el bulímico blogger se tragó un comment mío- en la telaraña-, donde expresaba mi sorpresa ante "el punto y final" de tu libro. Lo esperaba a finales de 06!
De nuevo gracias por tu reseña.
R.X.
Totalmente de acuerdo contigo, Raúl. Un abrazo! (Te escribí, a ver si contestas!!!)
Fx
Pasaba por aquí y el aguijón de la curiosidad me ha conducido a franquear las puertas abiertas de Raúl Ximénez.
Un paseo por el estudio de un escultor de palabras. Vaya peso otorga a cada una de sus creaciones.
Marmórea escritura de una elegancia innata.
Qué gran elogio azuldeblasto. La verdad que no estoy acostumbrado a críticas ni buenas ni malas... la indeferencia sobre mi obra poética es casi ya una constante. Pero cuando se produce una singularidad como ésta la satisfacción digamos que se multiplica X 10.
R.X
;)
Saludos.
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