LA TELARAÑA: el nido del cuco

lunes, junio 18

el nido del cuco

La Telaraña en El Mundo.




Se nos junta el recuerdo de los treinta años de una Transición que yo no sé si fue modélica –porque hay adjetivos con trampa que, además, parecen de plomo- pero sí que fue generosa e ilusionante, con el actual ambiente barriobajero de los pactos, la repartición de cargos, de cuotas de poder, de soldadas. Se nos juntan los documentales sobre una época en la que yo tenía 20 años, el pelo mucho más largo y abundante, la barba más florida y las hormonas muchísimo más alborotadas, con la mediocre monodia de una democracia convertida, finalmente, en hospicio de nacionalistas y pretexto de forajidos. Por aquél entonces yo tenía mucho por escribir, igual que ahora. Algunas cosas nunca cambian. Hasta se palpa, con meridiana claridad, que si Suarez pudiera volver, arrasaría.

Pero la amnesia generalizada no anula los hechos consumados. Nos quedan las reinterpretaciones más o menos interesadas. Nos queda la sonrisa de buena parte de la población que jamás conoció dictadura alguna. Nos quedan, también, quienes supieron transitar entre dos mundos y dar, siempre, lo mejor de sí mismos. No importa si ahora la CGT isleña critica el olvido de los crímenes franquistas o la rehabilitación de la memoria histórica. Que olviden, a ver si así descansan. Pronto podrán irse a Gesa que allí habrá, dicen, fiesta para todos, arte, bullicio, la serpiente colectiva arrastrándose entre los cristales astillados.

De momento ha caído el Ajuntament y parece que el Bloc se reserva los arrabales de la Cultura, que es como el éxtasis de los comisarios o la lepra en el ambiente espiritual de la ciudad enferma de Camus. De todas formas, no sé por qué lo llaman Cultura, cuando, en realidad, quieren decir Lengua. Ni Lengua cuando se trata de proselitismo, propaganda, educación a marchas forzadas, lobotomía general. A su medida. A su imagen y semejanza. Está claro, en definitiva, que no quieren que nadie vuele sobre el nido del cuco. Pero eso es imposible. Siempre hay alguien que sí vuela.

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