polacos
La Telaraña en El Mundo.
En otro lugar, Zerolo pide la excomunión europea de Polonia por no apoyar –dudoso verbo- los avances republicanos en política sexual. Está bien ser pioneros en algo y que nos admiren y nos sigan la estela. Contradicciones aparte, no deja de ser una paradoja hablar de opciones sexuales como si uno pudiera, en el transcurso alborotado de la vida, elegir sus gustos o tendencias sobre el particular. Yo diría que cada cual nace con buena parte de sus aficiones tan definidas que intentar siquiera enjuiciarlas, constituiría, aparte de inmadurez, una pérdida de tiempo. Sucede que no todos aspiramos a que los demás tengan nuestros mismos gustos. Al contrario, cuanto mayores sean las divergencias mucho mejor. Puede que así la realidad no colme nuestros deseos pero, al menos, los mantiene despiertos. Yo me conformo, aunque me llamen polaco.
Al final, el riñón holandés era una farsa para concienciar a la opinión pública de la importancia de la donación de órganos. ¡Cuánta sesuda indignación a la basura y, en el fondo, qué lástima de riñón perdido! Munar es como el riñón que les falta a PP y PSIB. Conseguirlo les va a costar mucho, quizá no basten ni un par de huevos. Está claro que los comportamientos alternativos, sus variables enigmáticas, nos fascinan. Una pareja pierde a su hija y se pone a recorrer medio mundo, visita papal y exclusivas incluidas, como si el desmesurado dolor pudiera mitigarlo una carrera despiadada contra la impiedad del tiempo. ERC presenta en Palma sus cargos electos como si su número encarnase el misterio de algún milagro. Biel Mesquida –que igual añora cuando los poetas eran rapsodas y el poema se mecía en las tertulias poblando de mitos las horas muertas- organiza, de la mano pródiga del Consell, un encuentro de bardos en estricta función de su lengua. Cuanto más minoritaria y exótica, mejor. Ello explica la presencia de oradores en bereber, bable, portugués, árabe o catalán. Tampoco Villena es mal ejemplo de exótico castellano.
En otro lugar, Zerolo pide la excomunión europea de Polonia por no apoyar –dudoso verbo- los avances republicanos en política sexual. Está bien ser pioneros en algo y que nos admiren y nos sigan la estela. Contradicciones aparte, no deja de ser una paradoja hablar de opciones sexuales como si uno pudiera, en el transcurso alborotado de la vida, elegir sus gustos o tendencias sobre el particular. Yo diría que cada cual nace con buena parte de sus aficiones tan definidas que intentar siquiera enjuiciarlas, constituiría, aparte de inmadurez, una pérdida de tiempo. Sucede que no todos aspiramos a que los demás tengan nuestros mismos gustos. Al contrario, cuanto mayores sean las divergencias mucho mejor. Puede que así la realidad no colme nuestros deseos pero, al menos, los mantiene despiertos. Yo me conformo, aunque me llamen polaco.
Etiquetas: Artículos
2 Comments:
Una maravilla de blog. Escritos para recrearse y quedarse en ellos.
Saludos
Delsye Caron
Me alegra que te gust. Gracias por estar ahí-)
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