la pantomina
La Telaraña en El Mundo.
Se entiende que con el aliento de Munar en el cogote, Antich no consiga desembarazarse de un molesto rictus de perpleja incredulidad. Es lógico. Los gobiernos sincréticos, acaban mudando, a base de canonjías, el politeísmo del grupo por la sucesiva expansión de los monoteísmos de las partes. Es entonces cuando la voluntad de una mayoría estadística se convierte en la pintoresca dictadura de las minorías. Cualquiera torea sus dioses menores cuando se les otorga mando en plaza.
Va siendo hora de buscar refugio. Mientras la gleba del Bloc decide quién se cargara la cultura insular en los próximos cuatro años, Nanda Ramón –la desaliñada musa de un PSM con más apologistas que militantes- ha aclarado, en su papel de comisaria lingüística de Cort, que los Premios Ciutat de Palma prescindirán de las convocatorias en castellano. A tal atropello –en realidad, una pantomima- lo llaman recuperar la normalidad. Es más. También es recuperar la miopía de los que interpretan la cultura sólo en base a la lengua en que está escrita. He de preguntarle a Miquel Barceló, por ejemplo, cómo lo hace para pintar en catalán. Seguro que él lo sabe.
El Institut Ramón Llull de Carod y Bargalló –ahí irán a parar los desechos del IEB, ese sanedrín ofuscado- ha incluido en su lista de autores hacia la discreta fama de Frankfurt a un escritor que, aún, no ha publicado ningún libro. Podría pensarse en un dislate o en un guiño surrealista, pero no. Se trata de la mejor apuesta posible, la del escritor sin libro, cautivo de las inexistentes páginas en blanco como un ecologista del vacío perfecto. Estoy seguro que los “no libros” del activista cultural Lluís Gendrau valen mucho más que los fardos de papel encuadernado sin más destino que el reciclaje continuo de la lengua. Es curioso. No invitan a los que escriben en castellano pero sí a los que ni siquiera escriben. No extraña que ahora los policías quieran dejarse las greñas y enjalbegarse hasta las cejas. Es para no desentonar.
Se entiende que con el aliento de Munar en el cogote, Antich no consiga desembarazarse de un molesto rictus de perpleja incredulidad. Es lógico. Los gobiernos sincréticos, acaban mudando, a base de canonjías, el politeísmo del grupo por la sucesiva expansión de los monoteísmos de las partes. Es entonces cuando la voluntad de una mayoría estadística se convierte en la pintoresca dictadura de las minorías. Cualquiera torea sus dioses menores cuando se les otorga mando en plaza.
Va siendo hora de buscar refugio. Mientras la gleba del Bloc decide quién se cargara la cultura insular en los próximos cuatro años, Nanda Ramón –la desaliñada musa de un PSM con más apologistas que militantes- ha aclarado, en su papel de comisaria lingüística de Cort, que los Premios Ciutat de Palma prescindirán de las convocatorias en castellano. A tal atropello –en realidad, una pantomima- lo llaman recuperar la normalidad. Es más. También es recuperar la miopía de los que interpretan la cultura sólo en base a la lengua en que está escrita. He de preguntarle a Miquel Barceló, por ejemplo, cómo lo hace para pintar en catalán. Seguro que él lo sabe.
El Institut Ramón Llull de Carod y Bargalló –ahí irán a parar los desechos del IEB, ese sanedrín ofuscado- ha incluido en su lista de autores hacia la discreta fama de Frankfurt a un escritor que, aún, no ha publicado ningún libro. Podría pensarse en un dislate o en un guiño surrealista, pero no. Se trata de la mejor apuesta posible, la del escritor sin libro, cautivo de las inexistentes páginas en blanco como un ecologista del vacío perfecto. Estoy seguro que los “no libros” del activista cultural Lluís Gendrau valen mucho más que los fardos de papel encuadernado sin más destino que el reciclaje continuo de la lengua. Es curioso. No invitan a los que escriben en castellano pero sí a los que ni siquiera escriben. No extraña que ahora los policías quieran dejarse las greñas y enjalbegarse hasta las cejas. Es para no desentonar.
Etiquetas: Artículos
4 Comments:
"He de preguntarle a Miquel Barceló, por ejemplo, cómo lo hace para pintar en catalán."
Jajajaja, qué grande eres.
:-))
A ver cuándo tropezamos, que creo que todavía tengo por aquí algo para ti...
Otro gran artículo, sí señor.
Un saludo afectuoso.
Lo de Barceló no es nada: una tía mía dice que ella sueña 'en catalán'... En fin.
Sobre lo del Ciutat de Palma, las declaraciones más interesantes son las del juntaletras Bezares. Cómo se desenmascara esta gente; les preocupa más putear al castellano que defender al catalán.
Como sea verdad esto que dice hoy El Mundo sobre que el Lladó de ERC será el jefe de Interior en Mallorca... No sé vosotros, pero yo ya estoy ojeando horarios de vuelos (destino: lo más lejos posible).
saludos
Publicar un comentario
<< Home