LA TELARAÑA: el bozal

lunes, septiembre 17

el bozal



La Telaraña en El Mundo.



Hay que ver con qué celo se ha tomado Aina Calvo su nuevo cargo como vocal del Patrimonio Nacional. Si no es por eso, que ya puede ser, alguien debería de explicarnos por qué a las siete de la mañana del sábado dos lentísimos y tenaces operarios de Emaya, armados con una manguera rácana y un estruendoso camión cisterna lustraban el empedrado de la calle Olmos y, ya de paso, levantaban a todo el vecindario. Ahora, mientras escribo con la sien envuelta en el rumor doloroso del sueño truncado, son ya las ocho y media y todavía siguen, hacia la mitad de la suave cuesta, rumiando su agua a presión. Desgarrador insomnio. La calle está desierta pero hay gente desvelada en los balcones. El agua corre rápida por los desagües. Pronto inundará los jardines de La Misericordia, las cloacas fantasmales del Consell.

Lo importante es, ante todo, armar ruido. Francina Armengol utilizó su discurso de la Diada para demostrarnos que es la presidenta del CIM y no, como todos se temen, María Antonia Munar. Vano intento. Sus pocas luces –las que, ni más ni menos, le otorgan sus allegados- quedaron en fuegos fatuos, en un elogio utilitarista de un federalismo que ya llega tarde y con el pie tan cambiado que ni sus socios de Esquerra Republicana se sintieron cautivados. Al contrario. El independentismo necesita alimentarse, preferentemente, de la carroña del abrigo de visón, las diademas y las banderas a precio de corte de mangas, que no de una rancia declaración de intenciones más o menos esotéricas.

El Govern, sin embargo, huye ahora del alboroto de la Plataforma Antihospital. Esa murga debiera de serles familiar y hasta de obligado seguimiento, pero no. Toca nadar y guardar la ropa o ponerse el bozal. Quizá les convendría coger definitivamente los hábitos y enclaustrarse en el Monasterio de La Real. Allí, con una sobredosis de catalán litúrgico y un cursillo de educación para la ciudadanía, se pondrían las pilas y hasta brillarían, por sí solos, en la oscuridad. Sería de ver.

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