porno total
La Telaraña en El Mundo.
Aquí todos se meten a arquitectos, a diseñadores de espacios, a esteticistas de colmenas. Rizos verdes sobre un fondo triguero de asfalto. Dicen querer inundar de jardines el Parc de Les Vies y llevarlos hasta más allá del horizonte. Está claro que, mientras Angels Fermoselle no dé su última opinión, todo es simple revuelo de palomas mensajeras.
Ahora que el nuncio Ayman Zawahiri, ha situado a los hijos de Francia y España –incluida Cataluña salvo que Carod pacte lo contrario- en el ojo de la barbarie resulta laxante observar cómo se agitan algunas conciencias cuando el asunto a tratar es sólo un esperpento. Hablo de la exposición porno-religiosa de Ivo Hendriks en una iglesia ibicenca. Aquí empiezan los requiebros sobre la libertad de expresión, el arte, la ironía o los límites del mal gusto. Opinan los presuntos ofensores y ofendidos. Aquí, también, hasta los neutrales enarcamos las cejas y nos preguntamos si no sería más valiente –hablar de moral o ética resulta superfluo- dedicarle la festiva muestra a Bin Laden o al propio Zawahiri. Ya puestos.
La libertad vive horas bajas. Una riada de intereses creados intenta convertirla en un manual sectario de convivencia, en unas tablas de la ley regidas por la usura y los mercados. Así, donde acaba el ritual nacionalista –Biel Barceló persiguiendo ujieres en Hacienda, ERC proponiendo despenalizar la quema de banderas: ¿también la suya?- empiezan las conjuras de los torpes. No extraña, pues, que Sandra Mayans crea en la libertad de expresión. Nosotros también. Si estimamos necia su postura es porque los collages de Ivo –algunos circulan por la red- no ahondan en el íntimo parentesco que une la experiencia sexual y la religiosa. ¿Habrá que explicarle el temblor o el naufragio del espíritu al atravesar la mística de la creación? No hace falta. Lo suyo son los marchantes en el altar del templo, ese lugar tan violado. Pura política evanescente. Pero bueno, sólo es concejala y de Cultura. Eso lo explica casi todo.
Ahora que el nuncio Ayman Zawahiri, ha situado a los hijos de Francia y España –incluida Cataluña salvo que Carod pacte lo contrario- en el ojo de la barbarie resulta laxante observar cómo se agitan algunas conciencias cuando el asunto a tratar es sólo un esperpento. Hablo de la exposición porno-religiosa de Ivo Hendriks en una iglesia ibicenca. Aquí empiezan los requiebros sobre la libertad de expresión, el arte, la ironía o los límites del mal gusto. Opinan los presuntos ofensores y ofendidos. Aquí, también, hasta los neutrales enarcamos las cejas y nos preguntamos si no sería más valiente –hablar de moral o ética resulta superfluo- dedicarle la festiva muestra a Bin Laden o al propio Zawahiri. Ya puestos.
La libertad vive horas bajas. Una riada de intereses creados intenta convertirla en un manual sectario de convivencia, en unas tablas de la ley regidas por la usura y los mercados. Así, donde acaba el ritual nacionalista –Biel Barceló persiguiendo ujieres en Hacienda, ERC proponiendo despenalizar la quema de banderas: ¿también la suya?- empiezan las conjuras de los torpes. No extraña, pues, que Sandra Mayans crea en la libertad de expresión. Nosotros también. Si estimamos necia su postura es porque los collages de Ivo –algunos circulan por la red- no ahondan en el íntimo parentesco que une la experiencia sexual y la religiosa. ¿Habrá que explicarle el temblor o el naufragio del espíritu al atravesar la mística de la creación? No hace falta. Lo suyo son los marchantes en el altar del templo, ese lugar tan violado. Pura política evanescente. Pero bueno, sólo es concejala y de Cultura. Eso lo explica casi todo.
Etiquetas: Artículos
4 Comments:
Conseguirán escandalizarnos, aunque seguro que ese no es su propósito ;)
No, no conseguirán nada. Sólo les interesa la pasta y el pasteleo:-)
Hola Juan, com anam?
Hay mucha hipocresía con la libertad de expresión, en el sentido de que todos dicen respetarla pero en sujeto ajeno, cuando lo criticado es algo que a uno no le implica ninguna adhesión. Es decir, que la Mayans (muy mona, por cierto) dice que no tocará la exposición de marras porque ella 'respeta la libertad de expresión', pero eso es una falacia, porque los símbolos que son atacados en la exposición no son los suyos. Así cualquiera. Lo que de verdad demostraría que la Mayans es tolerante es que, en lugar de ser Juan Pablo II el enculado, fuera alguien a quien ella respeta o debe obdeciencia. Por ejemplo, ZP. O, mejor todavía: ella misma. Si en esos casos la Mayans siguiera en la línea de no tocar la exposición en la que se la viera asaltada por detrás, entonces de verdad demostraría que es una persona tolerante. Mientras, lo que hace es un brindis al sol de Talamanca.
Vamos bien, Horrach:-)
Grandes verdades las que me apuntas... El problema de la libertad es ese "de" que siempre anuncia (encubierto) un recorte, un adjetivo, un matiz, una mutilación, etc.
Saludos!
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