LA TELARAÑA: nocturnidad

viernes, febrero 22

nocturnidad

La Telaraña en El Mundo.


El paseo lo di yo, pero igual le podía haber ocurrido a Grosske, que también presume -me dicen- de porte elegante. Eran sobre las ocho y media de la tarde, esa hora extraña y difusa de luces mortecinas y ánimos poco encrespados o definitivamente vencidos, en que Palma -con una puntualidad amarga- parece despedirse de todos, se adormece y se deja sepultar por las sombras. Entré en la Plaza de España por la esquina más próxima al Mercado del Olivar. Enseguida unos jóvenes se me aproximaron pidiéndome unos euros. Pasé de largo, como pude, sin alterar mi habitual ritmo cansino. No hacía falta porque sólo unos pasos más allá me aguardaba, vacilante, un individuo con una cerveza de litro en la mano. Consiguió ponerse a mi altura y seguirme unos pocos metros con su letanía ininteligible. Crucé el resto de la explanada, vacía, acompañado por algunos rumores y por el viento.

Dejé atrás San Miguel no sin antes vislumbrar a un viejo conocido intentando, sin éxito pero con orgullo, levantarse del suelo. Ebrio como estaba, hizo de no conocerme. Le dejé hacer, porque entre mallorquines hay leyes no escritas de obligado cumplimiento. Todavía me quedaba atravesar el pasaje hasta Olmos y saludar a los tres o cuatro carrilanos que duermen ahí, al raso, desde tiempos inmemoriales. Al entrar en mi casa me invadió la desazón. ¿Esto es Palma, 2008? Lo es, pero aún puede empeorar.

Faltan muchas cosas pero no, desde luego, grandes banderas. Hay una que cuelga como una cortina, un telón o una cascada -las tres cosas- de los minaretes de La Misericordia. Allí, en el simbólico castillo de Munar o Armengol, se ha inaugurado hoy la XIX Semana del libro en catalán. Perfecto. No deseamos nada similar para la literatura en castellano. La necedad de los oficialismos nacionalistas contradice la esencia apátrida y nómada de cualquier literatura que se precie. Mientras tanto, dejemos que Joan Lladó y los suyos sigan brindando con alevosía y cava a la salud de Kosovo. Hasta Bush está con ellos.

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3 Comments:

Blogger Luis Amézaga said...

En el detalle, la idea. Ya ve, este artículo suyo me ha gustado especialmente. Ahí le dejo paseando entre lobos desdentados y ovejas coléricas. Buen fin de semana.

22 de febrero de 2008, 12:17  
Anonymous Anónimo said...

Sr. Planas, usted nunca decepciona con sus artículos.

Respecto al comentario final, el de la última frase, le diré que eso sí que es una de las cosas que me molestan de los neocon estadounidenses: su permisividad ante el secesionismo, siempre que sea en otro país. Bueno, a decir verdad, los liberales "rothbardianos" (los libertarians) también suelen apoyar el secesionismo, si bien, con la diferencia notable de que los "rothbardianos" están contra cualquier Estado, incluso uno surgido de una secesión. En fin...

22 de febrero de 2008, 16:13  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

Gracias a los dos. Sin duda, debo tener yo algo de rothbardiano:-)

22 de febrero de 2008, 16:20  

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