LA TELARAÑA: Nariz contra nariz

jueves, febrero 9

Nariz contra nariz

La Telaraña en El Mundo.
Hacía frío, pero salí a pasear. O salí a pasear, porque hacía frío. Eso no significa que el frío me brinde iluminaciones o quimeras fuera de lo común. Qué va. El frío me desasosiega, me encoge y desgarra el alma pero, aun y así, lo prefiero al calor, porque nos obliga a la acción y no a la inercia, a la lucha y no al descanso.
No es raro, pues, que tardara muy poco en subir la Costa de la Sang y sumergirme en la exposición «en Pessoa» de Juanma Pérez. Ana Bonmatí y Perfecto Cuadrado han creado un espacio solemne con materiales modestos. El arcón virtual de Bernardo Soares, los collages donde se superponen el gris de la vida y el ni se sabe de los sueños, los tranvías trepando por las colinas de Lisboa en busca del único paisaje que existe: el que somos. Es de agradecer que la UIB, a veces, se ocupe también de la cultura.
Pero hablaba del frío y del calor. De la desnudez pactada del verano y de la incertidumbre curiosa del invierno polar. Mientras hace frío te puedes encontrar a alguien en mangas de camisa, cuando no en bermudas y playeras o quizá nadando, y nada, tan tranquilo. Y tú tiritas y miras y remiras y no te lo crees, pero es que el termostato de cada cual es muy suyo y, por unos pocos grados sobre cero, otros dejarían sus iglúes y se vendrían a nuestras playas de arena o, ahora, aguanieve, y nos saludarían nariz contra nariz. Y hay pocos saludos más amables y cálidos que ese.

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