Ayer vi Quantum of Solace.
El guión puede reducirse -siendo generosos- a una persecución a saltos por los tejados de Siena, una en coche, otra en lancha, otra en moto y hasta una en avión. Por lo demás, 007 no dice dos frases seguidas y se pasa toda la película con el ceño fruncido y el rostro ensangrentado. A juego -todo- con las ¿150? ejecuciones, más o menos gratuitas, que lleva a cabo.
Pero lo peor es que por no haber no hay un villano memorable ni, tan siquiera, una chica Bond sobre la que poder discutir un rato.
El guión puede reducirse -siendo generosos- a una persecución a saltos por los tejados de Siena, una en coche, otra en lancha, otra en moto y hasta una en avión. Por lo demás, 007 no dice dos frases seguidas y se pasa toda la película con el ceño fruncido y el rostro ensangrentado. A juego -todo- con las ¿150? ejecuciones, más o menos gratuitas, que lleva a cabo.
Pero lo peor es que por no haber no hay un villano memorable ni, tan siquiera, una chica Bond sobre la que poder discutir un rato.
Etiquetas: Varios
6 Comments:
¡Sembrado, estás sembrado!
La corrección política -ergo, el tripartit por la parte que me toca- han acabado hasta con las chicas Bond.
Vergüenza debería darles
pd. iba a decir que desde Sean C. que no hay un 007 decente, pero me han venido a la mente sus delirios escoceses -que es como lo de los vascos pero con faldas... y a lo loco.
Sean quizá fue el mejor... sin duda. Pero algo había también del personaje original en la elegancia de Roger Moore y más aún en Pierce Brosman. Craig se parece más a Terminator:-)
Admito haber llegado tarde a James Bond. El primer --y último-- Bond a cuyo estreno asistí fue 'Vive y deja morir' (Live and let die, ¿no?), con Roger Moore. Era en 1973 o 1974. Los otros Bond los vi de reestreno o en la tele. Desde hace años ya no me preocupo por el personaje y sus gadgets.
Con aquel primer Bond de Moore tuve la sensación de recuperar a 'El Santo' en pantalla grande. ¿Recuerdan aquella serie televisiva, con Tony Curtis? Qué guapos y jóvenes estaban.
Una última anécdota: estando en el servicio militar una capitán muy lector, el Capitán Alcantarilla, me regaló un par de novelas de Ian Fleming. Sospechaba que yo sabía inglés porque me había visto hacerle traducciones al Coronel. Lo que no sabía el Capitán Alcantarilla es que mi inglés no daba para Fleming; daba para un manual de instrucciones de un electrodoméstico, que era lo que en efecto le traducía, con servidumbre y agradecimiento: me rebajaba de mis tareas ordinarias, esto es, quedaba dispensado de mis otros servicios.
¿Por qué he acabado contando la mili?
No sé, Justo, yo no hice la mili:-P
Oh, ¿he de felicitarle, sr. Planas, por no haber servido al Rey? Yo simpaticé con Fleming en la Mili gracias al Capitán Alcantarilla. O sea...
pues a mi la chica me parece un belleza - y eso que no he visto la película-
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