LA TELARAÑA: palacios a precio de eBay

sábado, septiembre 26

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La respuesta al debate del sábado en El Mundo: ¿Cree que el juez debe citar a Matas a declarar, tal y como él ha pedido?



No. Emitir juicios de valor cuando se es consciente de la impostura de los tiempos que corren cuando no vuelan -y eso que sus principales líderes se nos aparecen, por su inteligencia media, como huéspedes metafóricos de alguna paraplejia inclasificable- siempre ha sido una actividad de alto riesgo, pero escribir es simplemente eso. Juzgar. Lanzarse, con asepsia, a la búsqueda y al hallazgo. Dejarse envolver por los giros trepidantes de la trama y asombrarse, luego, con el imprevisto de la solución inimaginable, la que que nos abre la última puerta del laberinto, la vía de escape definitiva que ya ni esperábamos. Nunca debemos esperar nada.

Por eso no sé muy bien para qué tiene, el juez, que citar a Jaume Matas. Su opinión nos importa poco y además, ya hablan por él -si es que hablan- sus singulares balances, sus onerosos relojes, sus palacios a precio de eBay, su patrimonio forjado desde la palpitante tarima del poder. Bastaría, pues, con echarle un vistazo a la pizarra que suele completar ese lugar hasta convertirlo en un aula y ojear, con lupa o microscopio, las huellas de la tiza, sus elocuentes flechas, el signo de las operaciones, las iniciales del tinglado y así, revelar sus incógnitas sin despejar. No parece tan difícil.

Aunque igual lo es. La igualdad en el trato -también en el judicial- parece ser la resultante bastarda de una conjunción sucesiva de desigualdades positivas. ¡Positivas! ¡Siempre positivas! Así las llaman y se quedan, después, tan largos y largas como anchos y anchas. Puro neolenguaje.

Pero fomentar la desigualdad -más facilidades, por ejemplo, para el indigente cine español hecho por mujeres o la bacarrá en espiral de las subvenciones para la literatura escrita en catalán- en nombre de la Igualdad (aquí la mayúscula es diseño, pero también marca: tiene valor pero, sobre todo, precio) revela que el ambiente conceptual anda enrarecido, que algo no cuadra en el paradójico puzle que suele ser un país, una nación, un estado o, qué sé yo, una unidad de destino en lo concreto y difuso, lo puntual y transversal, en lo abstracto que colgamos en las paredes de nuestras vidas o en lo real que se nos escapa como agüilla de arena por entre los dedos líquidos de las manos. O así, porque de lo universal mejor no decir nada, por ahora. Y con Matas que hagan lo que quieran. O si puede ser, incluso, lo que merezca. Qué menos.

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2 Comments:

Blogger Unknown said...

¿Alguna vez has respondido SI?
:-)))

26 de septiembre de 2009, 10:39  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

XDDDDDD

Un par de veces, creo;-) Pero eso da igual... Ya lo habrás notado, no?:-PP

26 de septiembre de 2009, 11:09  

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