LA TELARAÑA: Lengua y pancartas

viernes, abril 16

Lengua y pancartas

La Telaraña en El Mundo.


Llego por enésima vez a Madrid y me recibe el mismo taxista de siempre –no el mismo, sino su igual, su sucesor, su clónico- con la rancia bandera del aguilucho (como si fuera el trapo tricolor de los que jalean a Garzón) en el salpicadero del coche o del alma y las palabras crisis y España en los labios. No obstante, la misma carrera que hace dos años me costó veinte euros ahora vale unos cuarenta. Hay que ver cómo aprieta la crisis.

Con todo, Madrid sigue siendo la ciudad más literaria del mundo. Adornan sus calzadas –y también sus tabernas: ahí la literatura es tan alimenticia, o más, que los fogones- multitud de frases de Cervantes, Quevedo, Galdós, Lope, Góngora, Delibes, Zambrano, Gaite, Umbral o Gracián… Madrid es como una biblioteca ambulante.

Algo similar, pero no mucho, parece que quieren hacer nuestros jóvenes –aunque no sé si son nuestros, porque me refiero a Joves de Mallorca per la Llengua- cuando utilizan a los escritores mallorquines Miquel Àngel Riera y Miquel Bauçà para dar nombre a las dos columnas de su Correllengua 2010. Aquí la norma es apropiarse de los finados y convertirlos en llamativas pancartas de la causa que sea. O dicho de otra forma. Lo que en unos lugares, y no porque abril sea el mes más cruel, es plena inmersión de la literatura en la vida -dónde, si no-, en otros es tan sólo manipulación, basura ideológica y, sobre todo, sectarismo excluyente.

Etiquetas: