LA TELARAÑA: esperando a Godot

viernes, abril 9

esperando a Godot

La Telaraña en El Mundo.



No sé si la guerra civil acabó cuando decían los libros escolares o si fue después, cuando la muerte del dictador, el bolillo de la transición y la llegada de la democracia formal, ese alud de ilusiones que, aún con el punto de mira desviado, siempre nos pareció el mejor de los mundos posibles. Lo es. Pero el problema es saber si la guerra terminó o si continúa, soterrada, en el subconsciente de quienes siguen dibujando la realidad como una guerra de guerrillas, un oleaje sucesivo de zanjas que hay que reabrir como sea. Las de la memoria histórica, la lengua y el neo-lenguaje convertido, por norma, en un eufemismo de otra cosa, siempre de otra.

Será por eso que la OCB se lleva, este fin de semana, a un centenar de jóvenes al albergue de La Victoria -qué victoria, cuál- para meditar sobre la lengua, la cultura, la democracia y el país. Igual esperan que un Dios rústico, laico y tribal, obre en ellos algún milagro inefable. Con las subvenciones ya se sabe. Hasta los milagros son factibles.

Mientras tanto, cada día, al salir de casa me encuentro con Antonio y José en eterna huelga de hambre. Ellos sí necesitarían que algún Dios cualquiera se les apareciera. Pero no sé si podrá ser. El Govern de Antich prefiere gastarse miles de euros en premiar el valor de la activista saharaui Aminatou Haidar, que en ayudar a dos de los hombres más solos y abandonados de este mundo. Pues vaya mierda.

Etiquetas: