LA TELARAÑA: La realidad

martes, enero 19

La realidad

La Telaraña en El Mundo.

 Quizá la realidad sea como es y no, definitivamente, como queremos o nos gustaría que fuera. O puede, también, que tendamos a llamar realidad a lo que sólo es una mezcla de cuanto vemos y creemos ver, un espejismo bastante gamberro de la razón o la voluntad, una interpretación que dice mucho más de nosotros que del mundo enorme, complejo y repleto de matices, que intentamos, de continuo, aprehender. Con no demasiado éxito, por desgracia.

 Pasa que todo lo que nos rodea, el mundo, la realidad, la extraña materia donde intercambiamos tantas cosas y proyectamos todo cuanto somos o creemos ser, ha cambiado mucho de aspecto. Recibimos información desde cualquier parte del universo. Nos relacionamos con gente a la que no conoceremos jamás. Con personas que, tal vez, ni existen, salvo en exclusiva para nosotros o nuestra fantasía, nuestra debacle de la pasión o los sentidos. Quizá de la inteligencia.

 Resulta que hace tan sólo unos veinte años no teníamos Internet. No existían las redes sociales. Ni la Wikipedia, que ha cumplido quince años. No teníamos móvil ni puñetera falta que nos hacía. Yo escribía mis columnas en pesados folios blancos con una ruidosa Olivetti y los llevaba al periódico en mano. Pero, pese a las apariencias, la realidad de las cosas de ahora es similar a la de entonces. Su íntima razón de ser y hasta el balbuceante discurso que lo sostiene todo son exactamente los mismos, ahora, que antes. Igual de enigmáticos e indescifrables. Igual de seductora, nuestra inquisitiva ignorancia de siempre.

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