LA TELARAÑA: Voluntad de poder

martes, diciembre 29

Voluntad de poder


La Telaraña en El Mundo.

 Transcurre la Navidad entre un soporífero murmullo de rumores. Aun así, hemos sobrevivido a la primera parte de las fiestas con el ánimo disperso y casi que resignado. No es poco, porque no hay reunión a manteles que no incluya varios diagnósticos más o menos sombríos sobre el futuro que se nos viene encima, con su filo crispado y su perfil a vía muerta, a camino de no retorno, a corredor sin más salida que la repetición ciclotímica de los comicios electorales ante la imposibilidad, no sólo física, sino metafísica, de cuadrar una mayoría de consenso, aunque sea a regañadientes, por empatía o sentido común, por afición al juego o al riesgo, quizá por España.
 En el ruedo, mientras tanto, Pablo Iglesias le está poniendo con maestría estratégica el capote carmesí a Pedro Sánchez para que (si Susana Díaz se lo permite) se constriña, ruja y se encabrone, para que recule y piafe sobre la arena tullida, para que embista finalmente al vacío, al espejismo del poder, a la reparación de la derrota electoral por la vía rápida, pero suicida, de Fausto.
 Cuando la ideología estorba, siempre resta el oportuno pragmatismo. Así lo entendió nuestra presidenta, Francina Armengol; ahora sostenida, junto a su corte ecosoberanista, por una leve inercia en mitad de una nube de conceptos inútiles, el espacio y el tiempo amazacotados, el humo vertiginoso y poco edificante de la voluntad de poder girando, enloquecido, como si fuera un imparable tornado sin llegar a ser otra cosa que una infantil peonza. En manos ajenas, claro.


Etiquetas: